Rosaura Barahona / ¡Terminaron las campañas!

AutorRosaura Barahona

Hace tres años, Natividad González Parás dio una lección de dignidad, fortaleza y respeto, cuando reconoció su derrota y felicitó a su contrincante en público. Después, Nati estuvo presente en la toma de posesión de Canales y felicitó al nuevo Gobernador. Eso sólo lo puede hacer quien tiene madurez política y respeto por el proceso democrático.

Me parece, sin embargo, que si ahora pierde el PAN impugnará todo y se declarará robado. Si no es que truena las elecciones como lo hizo con Manjarrez.

Hace tres años, las encuestas anunciaban que ganaría el PAN y los panistas las mostraban ufanos y orgullosos. Hoy anuncian que ganará el PRI y los panistas han dejado de creer en ellas.

Yo como no sé de encuestas, siempre imagino que algo pueda suceder camino al foro, de manera que los resultados previsibles se trastoquen y todo cambie. Quizás mi escepticismo se basa en aquella lección inglesa inolvidable: el candidato a Primer Ministro había hecho tan buen papel que incluso la oposición reconocía que él arrasaría en los comicios. La gente se confió tanto que no fue a votar y ganó el contrincante.

Mucha gente no votará porque está desilusionada del PAN y no quiere volver al PRI, ni darle cuerda a los partidos pequeños. Creo, sin embargo, que una buena parte de la potencial legión de abstencionistas, puede decidirse a votar a última hora. Lo que no creo es que todos favorezcan a Mauricio, como aseguró él en su cierre de campaña.

Como ciudadana, quiero agradecer a Nati que no se haya subido al ring con Mauricio. De hacerlo, se hubiera expuesto a la vulgaridad innecesaria que la desesperación e impotencia generaron en el candidato panista cuando empezó a ver que no convencía. Lástima.

Muchos votantes como nosotros, personas comunes y corrientes, nos sentimos molestos ante su alarde de vulgaridad y sus infames estrategias de convencimiento.

La gente pobre y con menos educación tiene una dignidad que algunos políticos carentes de sensibilidad social y política subestiman. Esa gente ve a los políticos hacia arriba; como seres admirables y respetables. Por eso ponen su confianza en ellos y los apoyan.

Pero desde que Fox inició la era de la chabacanería en el lenguaje político mexicano, las cosas han cambiado. Algunos políticos panistas ni nos respetan, ni se respetan ellos mismos. Y aunque ahora Fox está más mesurado, muchos otros siguen ya su mal ejemplo. Y a la gente no le gusta eso.

El PRI nunca se distinguió por su transparencia ni por su veracidad (más...

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