Rosaura Barahona / Sí pasa

AutorRosaura Barahona

Hace unos días, el negro panorama de las noticias diarias se oscureció más cuando se informó sobre la muerte de dos jóvenes pertenecientes a la clase económicamente más alta del país al viajar en un avión que llevaba un pasajero más de lo permitido.

Hay una perspectiva que se ha acallado voluntaria o involuntariamente, quizá porque parece impropio hacer las preguntas en voz alta, dado lo reciente del dolor por el cual atraviesan sus respectivas familias. Sin embargo, son cuestionamientos que se deben hacer para impedir otra tragedia similar.

Los jóvenes iban a Acapulco a celebrar las fiestas patrias. Decidieron pedir el avión al padre de uno de ellos, quien se los prestó con todo y piloto. El avión tenía cupo para el piloto y cinco pasajeros, pero llegaron seis.

No es difícil imaginar la resistencia del piloto ante la presión de los chavos. Según las propias declaraciones de éstos, el piloto se negaba a llevarlos porque aeronáutica civil tiene normas muy estrictas y una de ellas es no subir a más pasajeros de los autorizados para cada modelo de avión o de helicóptero.

En las líneas comerciales es igual. Muchos hemos visto cómo bajan a alguien cuando se venden boletos de más. Para compensar su molestia le regalan boletos, estancias en ciertos lugares e incluso dinero, pero jamás despegan con una persona de más.

Alguna vez me tocó ver cómo un pasajero se oponía a bajarse. Ofreció irse en uno de los asientos asignados a las azafatas durante el aterrizaje, pero llegó el representante de la aerolínea y le dijo: "Señor, esto no está sujeto a discusión. Si hay un pasajero de más no se nos autoriza a salir". Y el señor se bajó.

A los 20 años nos comemos el mundo a mordidas. Estos chicos, de nuevo según sus propias declaraciones, convencieron al piloto de llevarlos, es decir, de violar las normas. El pasajero extra, sin cinturón de seguridad, se apretujó como si fuera en carro a la esquina de su casa. Para compensar el exceso de peso, bajaron el equipaje y, además, pusieron combustible suficiente sólo para llegar a Toluca, en donde repostarían para seguir a Acapulco.

¿Quién y cómo haría los cálculos sobre el combustible? ¿Tomarían en cuenta todos los imponderables que los expertos han señalado, como rodeos inesperados, situaciones atmosféricas o...

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