Rosaura Barahona / La Lessing

AutorRosaura Barahona

Usted no se imagina lo feliz que estoy. Aunque no creo mucho en los premios porque siempre tienen una carga política cuestionable, estoy encantada porque le otorgaran el Nobel de Literatura a la Lessing. Y no se necesita aclarar que la Lessing es Doris porque quien la haya leído sabe que es ella.

Hay maestros y maestras con quienes tenemos contacto frente a frente. A menudo nos marcan, para bien o para mal, y con frecuencia los recordamos en el momento más inesperado porque una palabra o una situación nos llevan a evocar algo que nos dijo o nos indujo a descubrir.

Sin embargo, hay muchos maestros, grandes maestros, cuyas voces nos llegan a través de un tiempo remoto o de espacios lejanos que ya no son lo que eran cuando ellos escribieron y que nos hablan con tanta fuerza y con tanto sentido de la actualidad, como si vivieran hoy y como si los tuviéramos a nuestro lado.

Pero también está la legión de escritores cuyas obras nos iluminan y nos abren ventanas para que veamos el mundo de una manera diferente a como lo veíamos antes de conocerlos. La Lessing es una de ellos.

Un grupo de amigas recordamos que fue nuestro querido Pedro Treviño quien nos la presentó a través de su cuento "La habitación 19", que aparece en el libro "Un hombre y dos mujeres".

El texto es uno de ésos en los que aparentemente no pasa nada, mientras pasa todo. No es un texto para almas que apenas despiertan porque se quedarán en la superficie de lo que la Lessing dice. Claro, pueden leerlo, si gustan, pero se aprecia mejor cuando se tienen unos años encima y las relaciones humanas han perdido la sencillez que les veíamos desde el mirador de la adolescencia.

Lessing ha sido injustamente etiquetada como una escritora feminista. Su libro "El cuaderno dorado" (que muchas llamamos "El libro dorado"), sí es importante para las mujeres (incluidas las feministas), pero la reflexión que hace ahí es sobre la condición humana, no sólo la femenina.

La Lessing , junto con la Yourcenar y la Castellanos (a nivel nacional) son tres de mis maestras, mis ídolas (con a, no con o) subversivas. Les debo muchísimo. Entre otras cosas, me enseñaron que se puede ir contra la corriente cuando nuestras convicciones indican que ése es el camino. Mientras gran parte del mundo occidental lucha por el pensamiento único, estas tres mujeres...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR