Rosaura Barahona / Faltan estadistas

AutorRosaura Barahona

Hay dos definiciones para "estadista": 1) persona experta en asuntos de Estado o de política y 2) persona que dirige un Estado.

Para efectos de este texto, fusiono ambas porque la segunda, sola, hoy no significa mucho, dado que abundan los burócratas de alto rango político, pero sin habilidades ni conocimientos para gobernar, dialogar ni negociar.

Al principio de la dictadura de Fidel Castro, hubo un momento históricamente interesante durante la Guerra Fría, en donde coincidieron varios estadistas que lograron cosas excepcionales.

Calificar a alguien de estadista no significa aprobar o criticar todo lo que hizo; significa reconocer que tuvo la inteligencia, preparación y asesorías adecuadas para responder con la altura necesaria a los conflictos que enfrentó, además de capacidad para escuchar con la mente abierta a los otros.

Kennedy fue Presidente de Estados Unidos de enero de 1961 a noviembre de 1963; Kruschev, Presidente del Consejo de Ministros soviéticos de 1958 a 1964; Castro llegó al poder en 1959 y se retiró en 2006 y Juan XXIII fue Papa de 1958 a 1963.

Todos coincidieron de 1961 a 1963; no fue mucho tiempo, pero créame, fue significativo por los cambios que provocaron. ¿Por qué?

Entre otras cosas porque Juan XXIII, un Papa viejo y de transición, sorprendió a su Iglesia y al mundo al convocar al Concilio Ecuménico II, invitar a musulmanes, indios americanos y a todas las nominaciones cristianas a asistir y participar en un proceso de reconciliación que aspiraba a ir más allá de lo religioso.

Su encíclica "Pacem in Terris" (1963) tiene cinco secciones que muestran una preocupación por el mundo, no sólo por la Iglesia católica: Ordenación de las relaciones civiles y matrimoniales, Ordenación de las relaciones políticas, Ordenación de las relaciones internacionales, Ordenación de las relaciones mundiales y Normas para la acción temporal del cristiano.

Si la revisa en internet, descubrirá que toca temas espinosos en los que se supone que los Papas no se deben meter, pero Juan XXIII intuyó la globalización y lo que ésta traería y se adelantó a su tiempo en muchos sentidos: la responsabilidad de gobernar el mundo, el rechazo a...

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