Rosaura Barahona / Empadronamiento

AutorRosaura Barahona

En un libro para extranjeros que escribí hace más de ocho años y que no he publicado, el segundo capítulo se llama "La vida social" y uno de sus fragmentos dice:

México es un país en donde las clases sociales se distinguen con facilidad. Lo que algunas personas llaman la pigmentocracia es un factor determinante de distinción social. Por lo general, la gente de la clase social más alta es más blanca o menos morena. Las mujeres de esa clase social tienden a pintarse el cabello de rubio y a vestirse como indica siempre el último grito de la moda.

En la clase media, la tendencia a cambiarse el color del cabello es menor, por lo que se encontrarán más mujeres con el cabello oscuro. Entre ellas -como entre sus familias- predomina el penúltimo grito de la moda, o bien, imitaciones baratas del último, en virtud del alto costo de la auténtica.

En la clase baja (que, de hecho, hay varias) se encuentra el mayor índice de personas morenas con rasgos indígenas más acentuados.

Por último están los grupos indígenas, muchos de los cuales hablan sólo su propio idioma y viven en un mundo muy similar al que vivían hace 400 años. Injustamente los contamos como habitantes de nuestro País; son -por obra y gracia de gobiernos erráticos- meros sobrevivientes.

Excepto los obreros en las zonas urbanas, a quienes se les paga el salario mínimo (que con frecuencia también es el máximo) y que apenas les permite cubrir sus necesidades elementales, un alto porcentaje de los mexicanos pobladores de las zonas rurales y de los cinturones de miseria viven de desechos, de limosnas, de subempleos y de la gracia divina.

Los mexicanos somos muy discriminadores, lo cual no nos impide asustarnos de la discriminación en otros países. Aquí la única razón por la cual no discriminamos a los negros es porque no hay, pero discriminamos a los prietos, a los indígenas y a los pobres.

En el siglo pasado nos indignábamos ante los letreros de "Whites only" o los que dividían los baños públicos en "Para negros" y "Para blancos" en Estados Unidos. En México, sin embargo, permanecemos inmutables ante los letreros de: "Nos reservamos el derecho de admisión", que aparecen con frecuencia en los sitios en donde los asistentes deben cumplir con las características de la clase social dominante.

Algunos mexicanos llaman naco a quien tiene menos dinero que ellos...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR