Rosaura Barahona / El qué dirán

AutorRosaura Barahona

Más vale tarde que nunca. Feliz año 2006 a todos. Que nos traiga energía y salud para salir adelante.

A raíz del artículo sobre los jóvenes que mueren durante los fines de semana, recibí varios mensajes puntualizando que no sólo los jóvenes mueren y no sólo por el alcohol y la velocidad. De acuerdo, pero el tema elegido en esa ocasión eran los jóvenes alcoholizados y ansiosos de probar su valor, lo que a menudo termina en tragedia. Me centré en un grupo y dos causas; eso no excluye lo restante.

A raíz del artículo sobre la violencia en contra de las mujeres, también me llegaron varios mensajes patéticos. Tres de ellos hablan de mujeres muy populares en Monterrey, sometidas a la violencia de sus respectivos esposos toda su vida matrimonial. Ellos tienen fama de educados, además de amantes padres y esposos, cuando son seres deleznables.

No me ocuparé de ellos, sino de ellas. Resulta que ninguna de las tres se anima a presentar una denuncia en contra de su victimario porque: a) consideran que ésa es la cruz enviada por Dios y b) tienen miedo del qué dirán.

¿El qué dirán? ¿Qué es el qué dirán? Un monstruo abstracto que se nutre de lo que imaginamos a partir de nuestras inseguridades y temores y que amenaza siempre con devorarnos.

La imagen que cada uno de nosotros tiene de sí mismo es la clave de nuestra actitud ante la vida; pero nuestra verdadera imagen siempre nos rehúye.

Tenemos la imagen que creemos tener e intentamos proyectar ante los demás, pero cada uno de esos demás nos percibe de una manera diferente, no de acuerdo a lo que somos, sino de acuerdo a lo que cada uno de ellos es, de modo que no es una sola imagen.

Luego está la imagen que nos gustaría tener, pero no tenemos; y, por último, está la que sí tenemos, aunque tampoco podamos conocerla con precisión. ¿Cuál de todas cuidamos de no ser dañada por el qué dirán?

Las imágenes proyectadas pueden ser engañosas. Alguna vez le preguntaron a Cary Grant qué se sentía ser Cary Grant porque todo el mundo quería ser Cary Grant (un actor exitoso y agradable de la década de los 40 y 50 del siglo pasado). Su respuesta fue: "Lo entiendo bien; yo también quiero ser Cary Grant". Su verdadero nombre era Archibald Leach.

La otra fue de Rita Hayworth, una de las actrices más bellas de esa misma época. Cuando un entrevistador le...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR