Rosaura Barahona / Costumbre e indiferencia

AutorRosaura Barahona

Marzo ha sido malo para los periodistas en México: van tres asesinados ante la indiferencia de las autoridades.

Tras cada asesinato, oímos las grandilocuentes y vacías declaraciones de quienes prometen "investigar hasta las últimas consecuencias y aplicar todo el peso de la Ley a los victimarios, sean quienes sean".

En 1984, cuando todavía no era un pasatiempo matar periodistas en este País, Manuel Buendía fue asesinado en el DF.

De entonces para acá han muerto más de 270 y, al parecer, seguirán muriendo en circunstancias que a nadie le interesa aclarar porque se destaparía una cloaca amenazante.

Por eso no se han resuelto la mayoría de los 30 casos de periodistas asesinados durante el sexenio de Peña Nieto, quien orgulloso (y convencido) declaró: "Mi Gobierno es absolutamente respetuoso de la libertad de expresión y está obligado a otorgar garantías de seguridad a los periodistas, especialmente ante la amenaza que representa el crimen organizado".

A don Enrique le queda el mal de muchos: en el sexenio de Calderón hubo 60 periodistas asesinados y 15 desaparecidos. Más del 95 por ciento de esos crímenes y de los cometidos durante el régimen actual siguen impunes.

Ante eso nos preguntamos: ¿qué entenderá el señor por "garantías de seguridad"?

Esos crímenes quedan impunes porque a las autoridades no les interesa resolverlos, como no les preocupa detener los feminicidios ni la violencia familiar y, menos, encontrar a Javier Duarte y a su mujercita merecedora de abundancia.

Para estas autoridades es bueno que desaparezcan los comunicadores que no se venden y denuncian los enjuagues y vínculos ilegales de los Gobiernos federal, estatal o municipal.

Muchos lectores creen que hay valentía tras las críticas de los periodistas que denuncian un sistema podrido hasta la médula, en donde los gobernantes fingen ser ciegos, sordos y mudos ante la gangrena sociopolítica y económica. ¿Es valentía o responsabilidad?

Mire, a pocos (y yo no soy periodista, sólo editorialista) nos prestan un espacio valioso al que muchos mexicanos pueden tener acceso. Usarlo para enriquecernos en lo personal, alimentar nuestra egoteca, chantajear con sutileza o descaro o nadar...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR