Rosaura Barahona / La Bachelet

AutorRosaura Barahona

En algunas regiones de México es despectivo anteponer el artículo definido al nombre de una persona pero, en otras, es muestra de cariño y familiaridad. Sin embargo, ese mismo artículo antepuesto al apellido es señal de fama o de cierta personalidad peculiar.

En el caso de la Bachelet, Presidenta de Chile, el artículo definido significa muchas cosas: respeto, admiración, fama, pero sobre todo unicidad. La Bachelet es única y no como todos somos únicos, sino de una manera especial.

Es una mujer brillante, culta, preparada, sencilla, audaz y con una enorme capacidad para negociar. En ningún momento permitió ser chantajeada por sus oponentes ni por los medios por su vida privada y su condición familiar. Cuando se lanzó de candidata era Ministra del Ejército del gobierno de Lagos, pero antes había sido Ministra de Salud. En ambos casos hizo un excelente papel.

La Bachelet es una mujer que tiene razones muy fuertes para alimentar su sed de venganza de manera explicable y justificada: su padre, un militar honesto, fue acusado de alta traición y encarcelado por Pinochet porque se negó a ser una pieza incondicional del sanguinario ajedrez del dictador. Jamás atendieron su enfermedad y murió en la cárcel.

La propia Bachelet fue apresada y torturada junto con su madre por oponerse a la dictadura. Cuando la liberaron se fue a Australia, en donde residía uno de sus hermanos y, después, a Alemania, en donde estudió varios años. Al volver, se entregó a las causas populares a través de la medicina y aprendió tanto de su país que cuando le tocó ser Ministra de Salud hizo un papel sobresaliente, porque nunca se limitó a ordenar desde su oficina, sino se metió de lleno a atender los problemas que le eran familiares.

Ayer, la Bachelet estuvo en la ciudad. Asistí a la comida que el Gobierno del Estado le ofreció en el Museo de Historia Mexicana. Quería verla y escucharla en persona y, la verdad, fue una experiencia muy enriquecedora.

En nuestra mesa se sentaron Diva Millas y Wilson Reyes, ambos representantes indígenas, invitados por la propia Presidenta como integrantes de su comitiva para esta gira. Wilson representa a las comunidades indígenas del norte de Chile, mientras Diva es mapuche, o sea, del sur de Chile.

Parte de la plática giró en torno a las similitudes de los pueblos...

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