Rompen el hechizo
| Autor | Dulce Moncada |
Enviada
PUEBLA.- A base de puntería y del talento de sus individualidades, Monterrey venció ayer 3-2 a Puebla y a todos los fantasmas que desde hace 21 años le impedían ganar en el Estadio Cuauhtémoc.
Con contundencia en el ataque y dudas en el fondo, Rayados logró su segundo triunfo consecutivo como visitante, suma seis sin perder y con estos 3 valiosos puntos trepó hasta el quinto lugar de las posiciones del Apertura 2012.
Eso fue lo bueno; lo malo, las lesiones que sufrieron Jesús Zavala y Aldo De Nigris, quienes por lo pronto estarían descartados para el próximo compromiso.
Ayer, la victoria albiazul se forjó con sufrimiento generado, en gran medida, por su falta de rigor a la hora de defender, detalle del que sólo la calidad de Neri Cardozo, César Delgado y Ángel Reyna le salvó.
El primer ejemplo de la labor superlativa de los citados jugadores llegó al minuto 27. Reyna, jugando entonces como interior, filtró una pelota al área para Cardozo que éste convirtió en asistencia para el "Chelito", quien anotó con un toque seco, inatajable para Víctor Hernández.
La diana llegó en un momento inmejorable para el partido, entonces sumido en una insustancial distribución de la pelota por parte de Rayados y en la impotencia colectiva del Puebla.
Con la ventaja en el marcador, Monterrey desatascó sus engranes e impuso su ritmo, gracias al manejo de los tiempos de Zavala, auxiliado por Cardozo y Reyna.
Después, casi por inercia, llegó el segundo tanto visitante en el tiempo añadido de la primera parte. Al 45'+2, José Basanta, desde 60 metros, envió el balón para que Aldo De Nigris se las arreglara entre los dos centrales poblanos. El resultado fue un remate casi accidental del ariete al borde del área que un desesperado Hernández no pudo detener.
Para el segundo tiempo, Víctor Manuel Vucetich se vio obligado a sustituir al lesionado De Nigris por Miguel Morales y el resultado del cambio casi termina en tragedia, ya que al cambiar su disposición táctica, Rayados cedió terreno a su rival, que le igualó en el marcador en veinte minutos.
Un error en la salida de Édgar Solís al 52' acabó con una buena definición de Diego De Buen a pase de Isaac Romo, el causante del yerro del "Tepa".
Tres minutos después, Juan de Dios Ibarra salvó su marco al desviar un violento disparo de Matías Alustiza, aviso de lo que se le vendría encima.
Para colmo, una seria lesión de Zavala en su rodilla izquierda obligó a un cambio no presupuestado y ello originó más desajustes...
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