La Roma de los Andes

AutorIvett Rangel

Enviada

PERÚ.- A 30 kilómetros de Lima, hay un santuario de color ocre que se defiende del paso del tiempo. Es el Centro Ceremonial de Pachacamac, donde un oráculo dirigió el destino de los pueblos que habitaron los Andes durante siglos, mucho antes de que llegaran los conquistadores.

Pese a que los incas, paracas, huaris, ichmas, mochicas y limas tenían sus propias deidades, todos honraron al dios Pachacamac, cuyas predicciones eran infalibles, por lo que su prestigio se extendió por esta región como sombra al atardecer.

Para escucharlo, sin embargo, había que esperar cerca de un mes porque los caminos estaban saturados de miles de peregrinos que aguardaban también su turno en campamentos improvisados. Ese tiempo se invertía, entonces, en hacer ayuno y participar en ceremonias.

Según los investigadores, nadie se atrevía a mirar al dios Pachacamac, por lo que se entraba al templo de espaldas, bajo la guía de los sacerdotes. De rodillas, los peregrinos rezaban y cantaban; después, el oráculo hablaba.

Túpac Yupanqui, cuenta la historia, fue el peregrino más importante. Él, hijo de Pachacútec, conquistó territorios para ser dominados por el imperio inca. Hay una teoría, incluso, que apunta a que este "inca viajero", como se le llamaba por sus largas ausencias, fue quien descubrió la Polinesia.

Así, a Pachacamac le rindieron culto todos los pueblos andinos, pues presenta el centro ceremonial una secuencia de ocupaciones humanas que abarca desde el año 200 hasta 1533, cuando llegaron los españoles.

Los conquistadores arrasaron con el lugar porque el culto a Pachacamac no obedecía los preceptos de la religión católica, quedando únicamente los cimientos de los templos y los rastros de las pirámides como recuerdo de su esplendor. Por ello, ahora le llaman La Roma de los Andes. Destacan el Acllahuasi, el Palacio de Taurichumbi y los templos Pintado, Viejo, del Sol y de Urpiwachak, así como otras construcciones aisladas que se encuentran en el extremo oeste.

Ubicada sobre la carretera Panamericana, esta zona arqueológica recibe miles de visitantes que quieren encontrar, igual que los...

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