Entre rojo y verde chillón

GUADALAJARA.- Entre un charco de sangre y una cartulina fluorescente, ayer por la mañana fue descubierto el cuerpo de un hombre en la Colonia Atlas.

Un orificio de bala en la nuca fue suficiente para lograr el homicidio, aunque el asesino habría disparado en dos ocasiones.

La víctima, de entre 18 y 20 años, quedó tirada sobre su costado izquierdo, al lado de una barda del cruce de Río de la Loza y Río La Barca.

El deceso fue declarado por paramédicos poco antes de las 7:00 horas, a tres cuadras de la academia de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, pero no se supo quién lo provocó.

El afectado no llevaba alguna credencial que lo identificara, por lo que las autoridades se tuvieron que conformar con consignar sus características.

Era de complexión regular y piel morena, además de que medía 1.70 metros de estatura; su cabello era castaño oscuro, ondulado y corto, y presentaba dos estrellas de cinco puntas tatuadas en la parte frontal de los hombros, de acuerdo con la Fiscalía General del Estado.

Asimismo estaba vestido con un short color blanco -con franjas negras en los costados-, playera verde militar y tenis negros.

Un par de casquillos del calibre .45 hallados a unos centímetros del cadáver hicieron pensar a policías que el homicidio...

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