Roger Bartra / Elogio del ensayo

AutorRoger Bartra

Para Rafael Tovar y de Teresa, in memoriam.

Los ensayistas muchas veces -demasiadas- han sido marginados tanto de la actividad científica como de la literaria. Han sido víctimas de la extrema especialización y del encapsulamiento de la literatura en géneros tradicionales. Afuera de los círculos especializados y de las letras convencionales quedaban los escritores que eran recluidos en sectores subsidiarios como críticos, diletantes, fantasiosos y soñadores que con su actividad especulativa ponían en duda la compartimentación tradicional del quehacer intelectual, y contemplados como seres añorantes de una cultura renacentista ya desaparecida. Los filósofos y los historiadores, desde sus posiciones más afianzadas desde tiempos antiguos, han hecho un gran esfuerzo por mantener vivo el espacio del ensayo y han abierto el camino a otros que, desde las ciencias naturales, físicas o humanas se han arriesgado a escribir rompiendo fronteras. Con ello los propios filósofos e historiadores han recibido influencias benéficas que les han abierto nuevos horizontes.

América Latina ha sido un territorio donde se ha estimulado la experimentación ensayística. A veces por haber quedado relegados de las tendencias modernas y a veces por estar más adelantados en la postmodernidad, o por la combinación de ambas cosas, los países del orbe latinoamericano han sido un espacio cultural fértil para el ensayismo. Ha habido cierta plasticidad en la definición de los compartimentos académicos y literarios. Además, los muros que separan las diversas disciplinas son muy porosos, ya sea porque están mal construidos o porque así fueron concebidos.

La buena salud del ensayismo está relacionada con la sobrevivencia de los intelectuales, una especie en peligro de extinción en muchos países, notoriamente en Estados Unidos. En la órbita latinoamericana la intelectualidad mantiene una influencia relativamente fuerte en la sociedad y en la política. Este fortalecimiento de la intelectualidad se debe también, en buena medida, a las transiciones democráticas que han ocurrido en América Latina desde los años noventa del siglo pasado. Estas transiciones coincidieron con el proceso de cambio global que terminó anticipadamente con el siglo XX y borró el mundo bipolar de la...

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