Entrevista / Roger Bartra / Derecha e izquierda, tal para cual
| Autor | Jésica Zermeño Núñez |
México vivirá momentos de abierta confrontación entre la izquierda y la derecha, porque se tocarán temas en los que las ambigüedades son menores, dice Roger Bartra. El sociólogo y antropólogo observa el panorama nacional plagado de eventos que traerán choques ideológicos fuertes entre las principales facciones políticas del país.
Con motivo de la presentación de su nuevo libro, Fango sobre la democracia, de editorial Planeta, donde recopila nueve ensayos, se entrevistó al investigador emérito de la UNAM. En la charla, el especialista habló de su escrito que, desde luego, tiene que ver con la actualidad. En ese marco, señaló que el conflicto derecha-izquierda se expresa hoy en el debate sobre la despenalización del aborto en la Ciudad de México o en la resistencia a la reforma a las pensiones del ISSSTE.
También analizó la sociedad, a la que define como "una mezcla de apatía, miedo y civilidad", y consideró que aunque no hay aún en el país "una cultura democrática sólida", se están gestando cambios de mentalidad importantes, y lentos, no sólo en la sociedad, sino también en los partidos políticos y en el gobierno mismo.
Con la luz de sus ideas de años atrás y de hoy, Bartra expone sus conclusiones sobre las principales coyunturas.
La sociedad mexicana, un coctel
Usted plantea en uno de sus ensayos que la sociedad protegió la transición democrática durante el 2006, porque no pasó nada. ¿Cree que una sociedad apática y miedosa, como describe a la mexicana, genera una verdadera democracia?
Una sociedad con estas características es una mezcla de apatía, de miedo y de civilidad. Es una mezcla difícil. No es un coctel muy bueno para impulsar una cultura democrática.
El sistema democrático es un sistema legal, un mecanismo de representación que puede funcionar mal, pero puede funcionar de todas maneras, sin una cultura democrática sólida.
El problema es que en México no se ha desarrollado todavía una cultura democrática sólida. Hay una importante civilidad en la sociedad, hay también importantes espacios de tolerancia, pero todavía están confrontados con espacios muy rijosos, muy agresivos, y con miedo, temor o desprecio de la democracia, desprecio de la política.
Pero la transición hacia una cultura democrática es un proceso muy lento, porque además tiene que ir junto con la gestación de una cultura moderna, que incluya también elementos culturales, que son tan importantes para lograr que un país despegue y que entre en una fase de desarrollo.
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