Rodolfo Navarrete Vargas / ¿Contracción?

AutorRodolfo Navarrete Vargas

Después de que a inicios del año el fuerte incremento en el precio de la gasolina y de demás energéticos provocara una histórica caída en la confianza de los consumidores mexicanos, al cierre del primer trimestre este indicador recuperó gran parte del terreno perdido, aunque es probable que haya dejado efectos negativos, que al parecer empezaron ya a manifestarse con cierto desfase, como es natural en estos casos.

Si bien la confianza de los consumidores dio señales de preocupación desde mediados de 2016, cuando empezó a caer desde los niveles en los que se mantuvo relativamente estable durante los últimos dos años (el índice cayó de 38.4 en junio de 2016 a 35.4 en diciembre), en enero de 2017 observó una importante contracción que lo llevó hasta los 28 puntos, situación que nunca antes se había registrado. No obstante, las lecturas de febrero y marzo mostraron una paulatina recuperación, al punto de que al cierre del primer trimestre del año se ubicó en 33.8 puntos.

Cualquiera diría que esto no fue más que un susto, pero no es así. En realidad si bien todo parece indicar que se trató de una sobrerreacción, en los hechos hay efectos que no se han borrado y que tarde o temprano tendrán que mermar el comportamiento del consumo, que es la variable que en última instancia interesa.

El aumento en el precio de la gasolina y de los demás energéticos actúa como si fuera un impuesto al ingreso de las familias. En tal sentido, implicó la caída de algo más del 1.0% en el ingreso de las personas, lo cual poco a poco tendrá que irse traduciendo en una disminución en el consumo privado.

Este efecto tendrá que irse magnificando en la medida en que empiecen a sentirse los efectos de otras variables que en buena medida responden al incremento en los precios de los combustibles, como son las alzas en las tasa de interés que se ha venido produciendo a consecuencia de la restricción monetaria que ha venido disponiendo el Banco de México; y, del recorte del gasto de consumo público que al parecer se viene instrumentando por parte de la Secretaría de Hacienda, con el objeto de reducir el déficit de las finanzas públicas.

Por lo pronto, ya están apareciendo algunos indicadores que muestran que el consumo ha iniciado un camino de baja. Por...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR