Rockanroleando con el enemigo

AutorEugenio Guzmán

Primero la inspiración, la unión, el éxito; más tarde la egolatría, el odio y la separación. Es el ciclo de las bandas de rock.

Cuando un grupo como The Police se separa por diferencias entre sus integrantes es fácil inclinarse a la añoranza y desear mantenerlos unidos toda la vida, aunque sea sólo en nuestras mentes.

Pero es más sencillo ser realistas y concluir que detrás de cada instrumento musical hay seres humanos vulnerables a reaccionar de muchas maneras ante sus compañeros de trabajo, provocando a veces la desintegración.

Los problemas entre los miembros de cinco grupos legendarios nos invitan a recordar la reflexión anterior.

THE ROLLING STONES

Mick Jagger reveló hace años el secreto que había mantenido a The Rolling Stones juntos por tanto tiempo.

"Lo que pasa es que tocamos juntos, pero no vivimos juntos", dijo.

La formulita, sin embargo, ha tenido algunas fallas y esta "piedra" presenta algunas grietas en su historia.

En 1983 se dieron las primeras diferencias cuando Jagger y el guitarrista Keith Richards se pelearon por los derechos del grupo, luego de un intento de separación.

Cinco años después, Richards grabó su primer álbum como solista, Main Offender, por lo que mucha gente pensó sería el final.

Pero en enero de 1989 los dos veteranos comenzaron a hacer las paces y compusieron las nuevas melodías para el álbum Steel Wheels.

Todo parecía ir bien hasta que el año pasado Jagger fue nombrado Caballero del Imperio Británico por el Príncipe Carlos.

Richards afirmó que aceptar este nombramiento era "una desgracia" para un rockero y que él no quería compartir su música con un Caballero.

"No quiero saltar al escenario con alguien que lleve una corona", aseguró el guitarrista.

Por el momento, la banda piensa lanzar un disco doble con la mayoría de sus éxitos, pero la idea de volver a hacer una gira juntos parece remota.

THE POLICE

El cantante y bajista Sting, el baterista Stewart Copeland y el guitarrista Andy Summers fundaron The Police en 1977, y durante seis años reprimieron sus aspiraciones personales y se toleraron los unos a los otros sin llegar a tener fuertes inconvenientes.

Fue en 1983, durante la gira de promoción de su disco Synchronicity, cuando los malestares saltaron a la vista.

No es desconocida la leyenda que dice que Copeland solía poner en los tambores de su batería palabras en contra del cantante como "I hate Sting", con la perversa intención de inspirarse a golpearlos con más fuerza.

Cuando la gira terminó, los...

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