Roberto Zamarripa / A un mes

AutorRoberto Zamarripa

En el horizonte, según las encuestas, asoma la posibilidad de una transición política que no requiera la anuencia ni la decisión del PRI. En el 2000 fueron derrotados por la ola foxista aunque Francisco Labastida ocupó el segundo lugar a seis puntos del triunfador. El PRI ejerció su fuerza y -junto con la indecisión del gobierno foxista- moduló la ruta y la intensidad del cambio cuyos saldos fueron decepcionantes para muchos de los impulsores del foxismo.

En 2006, no obstante que el candidato Roberto Madrazo quedó en tercer lugar, el PRI fue el factor determinante para permitir la llegada del panista Felipe Calderón a la Presidencia, en la aportación de votos y en los actos institucionales y de fuerza para que ocupara la silla presidencial.

El cambio de 2012 lo ganó el PRI de manera holgada; pero para llevar adelante su proyecto de gobierno, Enrique Peña acudió al Pacto por México con PAN y PRD.

Ahora, según las principales encuestas, el PRI está en tercer lugar de preferencias con posibilidades reales de que Morena obtenga la Presidencia con más de 50 por ciento de los votos y una mayoría abrumadora en el Congreso de partidos antipriistas. Conforme las encuestas, si se sumaran adhesiones de los partidos de las alianzas que postulan a Ricardo Anaya y AMLO lograrían el 75 por ciento de la representación del Congreso. El tricolor no sería necesario entonces para completar una mayoría o darle legitimidad al ganador como sí ocurrió en 2000 y 2006.

El PRI y su agonía.

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En 24 elecciones de Gobernador ocurridas entre 2015 y 2017 -época del actual Instituto Nacional Electoral (INE) presidido por Lorenzo Córdova- en 14 ocasiones, los electores optaron por cambiar al partido en el Gobierno.

En 2015 el propio PRI arrebató al PRD Guerrero y al PAN Sonora; pero perdió Michoacán y Querétaro; y en Nuevo León se produjo un fenómeno inusitado: el triunfo de un candidato independiente.

Los comicios del 2016 advirtieron del cambiante humor electoral: hubo 8 alternancias de 12 posibles. El PRI arrebató al PAN-PRD Sinaloa y Oaxaca pero perdió Aguascalientes, Durango, Veracruz, Quintana Roo, Tamaulipas y Chihuahua. En las últimas cuatro, Gobernadores priistas en esas entidades fueron perseguidos y/o están en la...

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