Roberto Newell / Ver para creer

AutorRoberto Newell

Si mi padre estuviera vivo, me estaría recordando que sólo las personas ingenuas se tragan los cuentos que otros cuentan. "Para creer, hay que ver", me diría. Creo que es un consejo muy bueno que debemos tener en mente. México no está tan bien como de pronto parecen pensar ensayistas que escriben en publicaciones como Economist, New York Times, Wall Street Journal, y el jueves pasado, Financial Times, tampoco estaba tan mal como escribían hace poco más de un año.

Ni muy muy, ni tan tan. El optimismo que expresan estas publicaciones es el resultado de la combinación de circunstancias que hacen que de pronto nos veamos bien: las economías de tres de los cuatro BRIC enfrentan problemas que impiden que crezcan el ritmo acostumbrado. Por otra parte, ni los políticos de Europa, ni los de Estados Unidos, han logrado acordar fórmulas que permitan resolver los problemas fiscales que sufren sus economías. La incertidumbre política también está afectando la actividad económica de estos países: el PIB de Estados Unidos se contrajo en el último trimestre de 2012; España camina como zombi, de crisis económica a crisis política y vuelta a empezar. En Alemania inician los debates políticos de cara a las elecciones que se celebrarán en septiembre. Mientras tanto, para librar los problemas políticos que tiene dentro de su coalición gobernante, Cameron abrió un debate sobre la permanencia de Reino Unido en la Comunidad Europea, y simultáneamente el nuevo Primer Ministro japonés estrena su mandato con una serie de medidas económicas frenéticas para revivir la economía de su país. En pocas palabras: la mayoría de las principales economías globales están pasando por momentos que hacen que el crecimiento de nuestra economía (un modesto 4 por ciento) se vea comparativamente bien.

Mientras las economías de otros países apenas crecen o están en recesión, nosotros vamos relativamente bien; mientras otros países están enfrascados en crisis políticas y escándalos de corrupción, en México, los principales partidos políticos negociaron un pacto político que inmediatamente brinda frutos políticos: la reforma educativa.

El arranque de Peña Nieto ha sido brillante. Consecuentemente, en México se siente un gran optimismo; la euforia llega a todas partes del País y se expresa de diversas formas: en el mercado de valores, en las decisiones de consumo de las familias mexicanas, en las decisiones de inversión de los empresarios mexicanos y en los flujos de inversión extranjera...

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