Roberto Newell / Competencia en América del Norte

AutorRoberto Newell

Después de 15 años de operar en el marco de un Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá, lo que uno esperaría es que gradualmente hubieran convergido las regulaciones que rigen el comportamiento de los mercados de bienes y servicios de los tres países.

En Imco recientemente concluimos la primera fase de un proyecto que pretende analizar si la conducta y el desempeño de los mercados de Norteamérica están convergiendo.

La teoría económica sugiere que cuando no hay obstáculos reglamentarios ni concentraciones económicas que confieran poder monopólico a algún subconjunto de productores, las diferencias de precios entre un país y otro son exclusivamente las que derivan de transportar las mercancías, más los costos incidentales de estas transacciones.

En proyectos previos hemos constatado que varios mercados operan eficientemente. Tal es el caso del maíz amarillo, cuyo precio de venta al mayoreo en los principales mercados domésticos es muy parecido a la suma del producto comprado en el mercado spot de Estados Unidos, más los costos de transportar e internar el producto al País. Lo mismo sucede con el precio de la mayoría de los productos commodities.

Cuando se firmó el TLC, se excluyó un conjunto de productos y servicios por distintas razones. Algunas cuyo fondo era político, como el caso del sector petrolero, y otras para atenuar los efectos que la apertura comercial tendría sobre productores domésticos. Tanto México como Estados Unidos favorecieron a ciertos sectores: México demoró la apertura del maíz y del frijol para proteger la economía de los pequeños productores del campo; Estados Unidos decidió proteger a su sector azucarero.

Un tercer exento de las reglas del TLC fue el sector servicios, quedando al margen de los flujos comerciales por su naturaleza. En esta categoría están la mayoría de bienes y servicios considerados no-comercializables. Aquí se esperaba que las transformaciones detonadas por el TLC motivaran cambios en los mercados exentos, sobre todo en los regulados por el Estado, siendo el Gobierno el principal agente de cambio y modernización del País.

El proyecto de Imco pretende verificar si esta hipótesis se cumplió en la práctica.

Lamentablemente, de acuerdo con los resultados, no es el caso.

El estudio compara la situación competitiva de cinco productos y servicios que quedaron exentos de las reglas generales del TLC. Los productos se escogieron porque representan una parte importante del gasto de las familias...

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