Roberto Gómez Junco / Festejar y no tanto

AutorRoberto Gómez Junco

El descenso del Veracruz debe ser festejado de muy distintas maneras por los Tigres y por el Puebla.

Sin lugar a dudas, para que la respectiva salvación se produjera los méritos poblanos fueron tantos y tan evidentes como inexistentes fueron los regiomontanos.

Por eso a los Tigres, que esta noche reciben al poderoso Santos Laguna, no les queda mucho espacio para el festejo. Porque su salvación se produjo gracias a lo que el Veracruz dejó de jugar y no a lo que ellos mismos jugaron; y porque desde ahora, además, tienen por delante 36 partidos (los dos que le restan a éste y los 34 de los dos siguientes torneos) para seguir luchando por una permanencia en Primera División que en el 2009 para ellos correrá mucho más peligro que en el 2008.

En cambio, al visitar al superlíder Guadalajara (que a pesar de ese superliderato y quedando dos jornadas por jugarse corre el riesgo de terminar instalado en los "juegos de Reclasificación") el conjunto poblano contará con todo el derecho de encarar ese partido en plan de festejo por una salvación conseguida a pulso, y además con la intención de obtener un resultado que le permita mantenerse en esa "zona de Repechaje" que actualmente ocupa.

Si en el caso del Puebla estamos hablando del equipo en el que más y mejor provecho se le ha sacado al potencial del plantel, en el caso de los Tigres por enésima ocasión nos encontramos ante una de las principales decepciones del torneo, uno de esos equipos en los que evidentemente la prometedora expectativa generada en...

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