Roberto Gómez Junco / Bipolaridad Tricolor

AutorRoberto Gómez Junco

No pasaron muchos días para que la Selección Mexicana fuera reinstalada en su verdadera dimensión.

Después de la memorable actuación ante Francia y de aquel histórico triunfo, los tricolores fallaron en su intento de repetir algo similar ante la eficiente y sólida escuadra uruguaya.

Aunque el conjunto mexicano más o menos supo imponer condiciones al arranque y durante pequeños lapsos del partido, fue en las respectivas zonas de definición en donde la diferencia entre ambos equipos quedó de manifiesto para así plasmarse en el marcador final.

Por un lado la solidez, la claridad y la contundencia uruguayas; y por el otro, la fragilidad, la indecisión y las imprecisiones mexicanas.

Puede hablarse de la falta sobre Cuauhtémoc Blanco que no fue debidamente sancionada, o del que hubiera sido un golazo de Andrés Guardado si el travesaño no hubiera sido tan respetuoso con su esencia atravesándose; pero la realidad es que Uruguay fue mejor en las zonas vitales de la cancha y en los momentos cruciales del partido.

Increíblemente Javier Aguirre sacó a Guardado, mantuvo mucho tiempo a Blanco y todo el partido a Franco, para después corregir un poco las cosas (¿o sería Carrillo?) al meter a Castro y...

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