Entrevista / Robert Darnton / 'La Historia es un acto de interpretación'
| Autor | Antonio Saborit |
La clave de toda entrevista la ofrece Gregorio Marañón: Nunca decimos lo que queremos, sino lo que los demás quisieran que hubiésemos dicho. No es el caso de esta conversación con Robert Darnton, realizada en la Universidad de Princeton mientras trabajaba en la preparación de El coloquio de los lectores. Ensayos sobre autores, manuscritos, editores y lectores (FCE, 2003).
Hoy salen del cajón estas páginas a propósito de la visita a México del historiador estadounidense, quien impartirá la conferencia El diablo en el agua bendita o El arte y la política de la calumnia. París y Londres, 1771-1793, en el CIESAS, y participará en el IX Encuentro Internacional de Historia de la Educación (en la Universidad de Colima).
-¿Cómo fue su primera experiencia con un archivo?
En Oxford obtuve dos grados. Uno se llamaba BPhil, que hoy es el MPhil. Una especie de maestría, en dos años, que requería una tesis pequeña. Luego hice un DPhil, o PhD, en los dos años siguientes. Para recibirme de la primera tenía que hacer trabajo de archivo. Los británicos, a diferencia de lo que hacemos en Estados Unidos, te dejan escoger a ti. Casi te dicen: "Usted ya está grande, váyase e investigue", no te dicen cómo hacerlo. Pero incluso desde mis primeras asesorías me di cuenta de la importancia del trabajo de archivo.
Yo trabajaba historia de Francia, por lo que los archivos no los tenía a la mano; sin embargo, lo que sí tenía era una motoneta y lo que hice fue subirme en ella, llegar a Dover, tomar el ferrie y manejar hasta París. Me metí a vagar a los archivos. No sabía cómo hacerlo entonces y el empleo de los catálogos y entender la organización de los archivos me resultaba confuso.
La manera en la que en Francia están organizados los archivos determina muchas veces el tipo de historia que resulta de la investigación archivística, mucho más de lo que la gente es capaz de entender. Daré un ejemplo, y luego volveré a donde iba. Para mucha gente el libro de Tocqueville sobre el Antiguo Régimen y la revolución es el mejor que se ha escrito sobre el tema, y es uno de los temas más grandes que existen en cuanto a la investigación histórica. En ella Tocqueville desarrolló toda una serie de tesis sobre el cambio histórico en general así como sobre el Antiguo Régimen y la Revolución en Francia. La más famosa de estas tesis es la que se refiere a la centralización. Es una tesis que sostiene que aquello que fue fundamental para la Revolución Francesa ya había empezado mucho antes de 1789 y que la revolución representa una continuidad antes que una ruptura. Que Francia ya era un país que pasaba por un gobierno autoritario y que el gran revolucionario fue Luis XIV, no Robespierre, que Robespierre continuó y culminó su obra. Es una tesis muy conocida.
Ahora bien, si se leen las notas al pie de Tocqueville, se verá que trabajó una serie específica en los archivos, conocidas como la Serie C, que guarda la correspondencia de los intendentes con el gobierno central en Versalles. Y claro que si se lee la Serie C es natural que el intendente aparezca haciéndolo todo, gobernando toda su zona. Pero el intendente era sólo una persona en un lugar con cientos de miles de franceses. El intendente era incapaz de controlar toda esa área, pero por la forma en que se organizaron los archivos parece que sí lo hacía. Si Tocqueville hubiera consultado otra serie, tal vez habría descubierto otro mundo.
Y, de hecho, ese otro mundo es el de Pierre Goubert, Le Roy Ladurie y otros historiadores sociales que encuentran un amplio y agitado mundo de cultura campesina que en modo alguno estaba controlado por el intendente y que tampoco entendía lo que estaba pasando en el centro.
Lo que quiero decir es que las investigaciones de los historiadores con frecuencia se ven determinadas por la información organizada para ellos a través de los mismos archivos. Y ese...
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