Los 'robanovias' de Milpa Alta

Íñigo Arredondo

CIUDAD DE MÉXICO, septiembre 19 (EL UNIVERSAL).- En la comunidad de Santa Ana Tlacotenco, Milpa Alta, huele a tierra mojada por la lluvia. Las colinas están bordeadas por el verde del nopal y la hilera de asfalto que abre la ruta para conectar los poblados a la Ciudad de México. Entre el camino hacia Oaxtepec, Morelos, y la CDMX, como marcan los anuncios en la carretera federal ?a 30 kilómetros de Los Pinos?, se encuentra el lugar donde siete de cada 10 hombres han robado alguna novia en su vida.

Lilia tiene 71 años y hace 57 fue robada. Como consecuencia de ese robo hay hasta bisnietos. Un día de finales de mayo de 1961 ella salió de la casa de su padre a vender calabazas, con dos cubetas de siete kilos cada una. Para las 3:00 de la tarde ya sólo le quedaban dos por vender. Cuando dieron las 6:00, en su casa comenzaron a preocuparse porque no llegaba. Uno de sus hermanos fue a buscarla y regresó con las dos cubetas vacías y sin su hermana.

Javier, de 18 años, cuatro años mayor que Lilia, la conocía de unos meses atrás y esa tarde que la vio pasar afuera de su vivienda se acercó y le dijo: "¿Sabes qué? Pues ya no te vas. Ahora sí te llevo a mi casa". Así nada más. La llevó a casa de su madre y ahí esperaron a que fueran a buscarla para informarles que se había robado a la novia.

A los días siguientes, Javier y sus padres fueron a la casa de sus suegros para hablar sobre el robo de Lilia. Llegaron a las 3:00 de la madrugada y los recibieron a las 5:00 de la tarde. "El papá de ella, de mi esposa, se molestó bastante. Él tampoco estuvo de acuerdo en que nos juntáramos. Éramos demasiado jóvenes, principalmente mi mujer".

"Uno huye de la casa. A uno le pide el novio, ?vente conmigo?, y uno no escucha dos veces", dice ahora Lilia. Tenía 14 años cuando aceptó que se la llevaran a dormir a casa de su suegra. Duró ahí cuatro meses y después consiguieron un terreno donde nacería su primer hijo. Tuvieron tres hijos más, pero uno murió al mes de nacido. Cuenta que si no hubiera sido por ella, que se cuidó, hubieran tenido 15 hijos. Javier, del otro lado de la sala, escucha y precisa: "Sólo 12, un equipo de futbol completo".La historia se repite

Años más tarde, David, de 36 años actualmente, veía a su ahora esposa ?nieta de Lilia y de Javier?, pasar todas las mañanas afuera de su casa cuando llevaba a su cuñado al kínder, a unas calles de donde vivía. Él tenía 14 años e iba a la escuela por la tarde, así que ya sabía que Marlén pasaba a...

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