Empresa/ RIP

AutorAlberto Barranco Chavarría

La exposición de motivos es simple: bajo la fórmula de sometimiento sindical, a cuya vera floreció la CTM y su principal soporte: Fidel Velázquez, se convirtió a la política laboral del Estado en sinónimo de control político sobre los actores productivos y de sobreintervención gubernamental, directa o indirecta, sobre las relaciones obrero-patronales y en la vida interna de los sindicatos y las organizaciones patronales.

El pliego petitorio de la Unión Nacional de Trabajadores ("Diálogo para la reforma laboral y productiva"), entregado una semana antes del ascenso al poder del Presidente Vicente Fox, habla de construir un Estado democrático, más justo, más participativo, más incluyente y más productivo de lo que podía ser el Estado corporativo aún en sus épocas de mayor esplendor.

La alternativa habla, en principio de un acuerdo social entre trabajadores y empleadores, convocado y respaldado por los tres poderes de la Unión. ("Por primera vez existe la posibilidad de contar con una política laboral y productiva de Estado que sea consecuencia del acuerdo social y del consenso, no de la imposición o de los clientelismos partidistas").

El primer paso sería modificar la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal y el reglamento interno de la Secretaría del Trabajo, a fin de lograr el que esta dependencia -encabezada paradójicamente por un ex presidente de la Coparmex-, promueva un desarrollo armónico, democrático y autónomo de los actores productivos; aliente un crecimiento sostenido y sustentable; logre la convergencia empresarial y sindical, y promueva la generación de más y mejores empleos.

Lo interesante del caso es que, a juicio de la UNT, antes de hablar de reformas a la Ley Federal del Trabajo se debe revisar a fondo la estructura laboral del país, sobre la base de la unidad entre los factores productivos... al margen de la tutela del Gobierno.

"El diálogo obrero-patronal señala a la letra el documento firmado por los líderes del Sindicato de Telefonistas de la República Mexicana, Francisco Hernández Juárez; de trabajadores de la UNAM, Agustín Rodríguez Fuentes, y del Seguros Social, Fernando Rocha Larráinzar-, debería iniciarse con el fin inmediato de ubicar diagnósticos conjuntos por ramas, cadenas, regiones y sectores de la producción, poniendo énfasis en los aspectos clave para diseñar políticas públicas: tipo y nivel de empleo, capacitación, grado de modernización, capacidad administrativa, productividad, tecnología...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR