RIESGO Y VALOR / De la Corrupción. Ensayo

AutorJorge A. Martínez

¿Como somos? No, en serio...¿cómo somos como personas? ¿Somos intrínsecamente buenos, altruistas? ¿Somos honestos?, ¿Tres veces honestos? La pregunta es profunda y en estos tiempos relevante, pues en todos los ámbitos de la vida diaria y del sistema económico, parece obligar el tema; desde la Iglesia, la oficina, la farándula, los gobiernos y el hogar. Hacía mucho que en la historia humana no veíamos un cinismo tan crudo de parte de las cúpulas corporativas y la autoridad, en contra de los valores cívicos como la verdad, la virtud, la caridad y el juicio.

Durante las fiestas de diciembre, una señora a la entrada de un mall repartía uvas para celebrar el año -con un panfleto de su agrupación- y decía: "Que en 2018 recibas lo que diste en 2017", mi reacción fue instantánea y luego observé la de otros. A todos nos dejó pensando. ¿Damos siempre manojos de uvas buenas?, ¿o damos una mezcla?, ¿es comestible un manojo de uvas si una es amarga? ¿No se echa a perder todo el manojo? Santiago el escritor de epístolas dice que si una es amarga, todo se hace amargo. ¿Somos un poco de bueno y un poco de amargo entonces? Desde Platón, Confucio y Jesús se sabe que somos vicio y virtud por igual y en la carta a los Romanos, dice Pablo que no hay ni uno sólo que sea todo virtud. ¿Cómo entonces luchar contra la corrupción, como exigir cuentas?

Webster´s define la corrupción como conducta deshonesta y antiética en personas de autoridad para la obtención de beneficio propio. El fenómeno es el principal argumento de nuestros candidatos para Presidente este año. ¿Hay solución a esto? Y, ¿Si es indesterrable en el individuo, como lidian con ella las naciones?

Los autores Goel y Nelson mencionan que hay factores comunes en países con altos índices de corrupción percibida (al final de las listas están los africanos y los del medio oriente; México aparece a media tabla, bastante abajo): Ineficiencia administrativa, burocracia, baja participación civil, prensa débil, baja integración al comercio mundial, signos de centralismo, poder monopólico empresarial, débil defensa del consumidor y la propiedad privada y, pobre sistema educativo. Klitgaard desarrolla una ecuación que iguala la corrupción a los monopolios, más el grado de impunidad legal, menos la trasparencia del Gobierno (tener más NGO´s y una prensa independiente), menos la moral (más herramientas de cultura ética en la sociedad, con la cúpula poniendo el ejemplo).

Los países que consiguen un alto índice de...

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