Richard Gere: El abogado bailarín

AutorEugenio Guzmán

Noticia de último minuto: ¡el sueño americano no existe!

Así es. La fantasía creada por Estados Unidos es falsa porque la felicidad no se concreta en tener un trabajo bien pagado, una bella y cariñosa esposa, hijos sanos e inteligentes y una adorable mascota (de preferencia un perro).

Lo anterior es la conclusión a la que llegó Richard Gere, quien encuentra en ¿Bailamos? una analogía del malestar que padece el hombre contemporáneo.

"Creo que lo interesante de la película es que proyecta a un individuo que tiene una familia estable y que realmente lo quiere, pero que aun con eso, algo le hace falta", expresa el actor de 55 años.

Entonces el llamado "sueño americano" puede no existir después de todo, dice, porque nos da miedo aceptar que, teniéndolo todo en la vida, siempre queremos más.

En la cinta, ese vacío del que nos habla es llenado cuando por un arranque de espontaneidad, el abogado John Clark (Gere) se inscribe en una academia de baile en donde aprende a salir de la pesadez de la vida diaria.

Premisa en la que por cierto está de acuerdo el actor.

"Bailar es liberador y hacerlo en pareja es muy bello, recomiendo ampliamente para la relación de matrimonio tomar lecciones de baile, porque para bailar bien tienes que confiar en la otra persona, si no hay confianza, no sale bien, es como en el matrimonio", afirma.

A diferencia de su personaje, en la vida real parece haber hallado con el amor a su profesión la fórmula contra la rutina.

"Me sigue gustando lo que hago, quiero decir, soy un hombre mayor, lucho contra mis problemas, pero estoy feliz.

"Organizo mi vida para que haya un constante cambio en ella. Lo que aprendes en ese proceso es que no puedes poner afuera los estímulos que te hacen vivir una vida mejor".

OTRA DE ABOGADOS BAILARINES

¿Bailamos? es la segunda película al hilo en donde el canoso actor interpreta a un abogado con habilidades de bailarín, pues ya antes lo vimos combinando las leyes con los pasos de baile en Chicago.

Y aunque parezca contradictorio, bailar es una actividad que él mismo describe como muy complicada.

"Para mí bailar es extremadamente difícil y más los bailes de salón, como el vals.

"Lo que pasó en Chicago es que hice tap y ése es un baile que trabajas mucho desde tu interior y en el vals, tienes que equilibrar tu cabeza con tu cuerpo en extrañas direcciones, no son movimientos muy naturales", dice.

De cualquier manera no se puede quejar, no todo el mundo tiene la oportunidad de interpretar a un hombre que...

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