Ricardo Franco Guzmán, notas para su biografía
| Autor | Alberto Enrique Nava Garcés |
| Cargo del Autor | Instituto Nacional de Ciencias Penales. Ciudad de México |
| Páginas | 99-115 |
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IV. RICARDO FRANCO GUZMÁN,
NOTAS PARA SU BIOGRAFÍA
Mientras los otros siguen su camino,
cuéntame a mí tu historia.
ALFONSO REYES
Oración del 9 de febrero
EL DOCTOR -
bargo, cuando cumplió 60 años como abogado y 56 como profesor de la
Facultad de Derecho de la UNAM
23 años, y desde hace algunos me ha permitido colaborar modestamen-
te para su despacho. Con esa carta credencial, la tarde del 4 de junio de
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deado de la imponente biblioteca que lo ha acompañado en sus largas
horas mientras estudia la mejor estrategia para presentar un caso. Con
este marco de referencia aceptó hacer un balance y explorar el camino
como profesor de la materia y como litigante en el ámbito jurídico
mexicano. A su espalda, se encuentra una pintura de la bahía de Ca-
pri: un luminoso horizonte con su mar azul profundo y sus tranquilas
aguas que, pienso, debe remitirlo a los años de estudio en Roma. Con
este escenario de fondo, comienza el recuento.
INFANCIA
Ricardo Franco Guzmán nació en la ciudad de México el 7 de febrero
de 1928, siendo el quinto hijo de los ocho concebidos por Timoteo
EL PENALISTA100
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bautizo se celebró a escondidas.
Desde temprana edad aprendió a ser disciplinado1 y a colaborar en
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casa rentada a una propia, sin descuidar la formación personal ni la
académica de todos sus hijos. Franco Guzmán comenta con legítimo
mejor acomodados, y recuerda con calidez la cocina donde su madre
familia.
casa que rentaban los Franco. La señora Rojas era profesora de piano
y, de manera indirecta, le transmitió a Ricardo Franco el amor por la
música, ya que, además de sus propias ejecuciones, solía escuchar pie-
uno de los recuerdos celosamente almacenados por aquel niño data
de 1934: cursaba el primer año de primaria cuando acudió, junto con
sus compañeros de clase, al Palacio de Bellas Artes, que por esos días
había abierto sus puertas. Quedó sorprendido por aquel recinto de
Ricardo participó como miembro del coro de su escuela secundaria,
cantando la Serenata de Paolo Tosti.
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moria se puebla de pronto con los campos, los llanos, el lodo y, por
supuesto, los goles que disfrutó con sus compañeros, con los que ha-
rostros de Toño Azpiri y Horacio Casarín, así como de los extranjeros
Lángara y Vantolrá, y es como si el tiempo diera marcha atrás.
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Facultad de Derecho de la UNAM-
mán elaboró los “mandamientos del estudiante de Derecho” en los que sintetizó esa
disciplina aprendida desde sus primeros años. Tales mandamientos son: 1. Sé ordena-
do. 2. Prepárate. 3.4. Aprende a pensar. 5. Aprende a escuchar.
6. Ama el Derecho. 7. Sé tolerante. 8. Ama tu escuela, a profesores y compañeros. 9.
Ama las leyes, pero más la justicia. 10. Lucha por la justicia.
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