Ricardo Elias / Talón de Aquiles aéreo
| Autor | Ricardo Elias |
Un amigo me hizo llegar la copia de una carta que envió al director de Aeroméxico a raíz de la desaparición, o mejor dicho, del robo de una cámara digital que poco antes de abordar al avión había empacado dentro de una de sus maletas, en las pasadas vacaciones decembrinas.
Lo importante de esa carta, y que fue claramente señalado en ella, no es el robo del contenido de una maleta, como tantas veces ha ocurrido y que por sí mismo merecería la más enérgica de las quejas. Lo realmente preocupante detrás del robo es que si alguien puede impunemente abrir una maleta y extraer algo de su interior sin que nadie se entere, con la misma facilidad podría abrirla para introducir cosas ajenas al pasajero que la documentó, llámese explosivos, drogas, armas, etcétera.
En estos momentos de tanta seguridad en las aerolíneas, de alertas naranjas y de un declarado combate al terrorismo y al narcotráfico, el que alguien pueda abrir una maleta que ya fue revisada por personal de "seguridad" es un verdadero hueco en la seguridad, que requiere una seria revisión. Me da incluso miedo que este artículo le dé a alguien malas ideas.
¿De qué sirve que nos pregunten al documentar el equipaje si fuimos nosotros quien empacamos y si lo tuvimos a la vista todo el tiempo; de qué sirve que abramos las maletas frente a personal de "seguridad" -sobadores de ropa con guantes de látex-, cuando unos minutos más tarde el equipaje ya no está en nuestro poder y puede ser abierto por personal de la aerolínea, por supuestos elementos de seguridad o por quienquiera que tenga acceso al área de carga del aeropuerto?
Ya me ha tocado al abrir mis maletas después de un viaje y encontrar dentro de ellas un papel en el que me informan que la maleta fue abierta para una revisión de sus contenidos. Se aprecia la delicadeza y cortesía de la nota, pero esta práctica de abrir maletas, no siempre es con fines nobles como cuidar la seguridad de los pasajeros. Aquí lo delicado del asunto.
No es descabellado pensar que un simple empleado de la aerolínea o del aeropuerto, sin que nadie lo vea, pueda abrir una maleta ya documentada, e introducir en ella algún artefacto explosivo o algún paquete con droga.
Si esto llegara a pasar las consecuencias serían nefastas. En las circunstancias actuales, el hecho de que alguien pueda abrir una maleta por un robo menor es un grave riesgo. Si se llegara a introducir un explosivo, el riesgo es la vida de todos los pasajeros, y si se llegara a introducir drogas, se...
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