Ricardo Elias / La patria es el mundo
Autor | Ricardo Elias |
Las personas emigran a otros países por diferentes causas, pero principalmente por razones de pobreza y marginación o falta de oportunidades para desarrollarse y progresar. Salvo aquellos que tienen la capacidad económica para subsistir en cualquier parte, nadie deja atrás su lugar de origen, lazos familiares y afectivos por gusto.
Quienes deciden emigrar para intentar iniciar una nueva vida en otro país, sin hablar el idioma, llegar "con una mano adelante y otra atrás", como coloquialmente se dice, y correr los riesgos que toda emigración forzada implica, lo hacen porque las condiciones de vida en su lugar de origen son insostenibles y las posibilidades de mejora son nulas.
Y estos motivos no son exclusivos de la parte baja de la pirámide socioeconómica, sino también de personas altamente calificadas, científicos, investigadores o profesionales con formación académica y distintos grados universitarios, que tampoco encuentran oportunidades de desarrollo en sus respectivas especialidades, o las remuneraciones económicas que el mercado laboral les ofrece son insuficientes y en muchos casos hasta insultantes, provocando la llamada "fuga de cerebros" y la reducción del capital social del país.
Cuando una persona que vive en la pobreza y marginación decide emigrar, se convierte en una especie de "héroe" familiar, ya que esa decisión en muchos casos significa, literalmente, jugarse la vida en busca de oportunidades y mejores condiciones de vida para él y su familia.
Pero si alguien con un nivel económico medio o alto decide hacer lo mismo, se le tilda de antipatriota. Para mí, quien emigra en búsqueda de oportunidades de mejora y desarrollo personal no es un antipatriota, es una persona audaz, emprendedora y capaz de sobreponerse a las adversidades.
Yo diría más bien que hay diferentes clases de patriotismo.
El Patriotismo Obligado, y que es el de aquellos que permanecen en su lugar de origen, no porque quieran o estén contentos con su situación, sino porque no pueden irse, porque viven atrapados en sus circunstancias y no tienen otra opción; el Patriotismo Mediocre, el de aquellos que pudiendo hacer más para su beneficio propio, de su familia o de la sociedad, prefieren no hacer nada, quedarse donde y como están y mantener las pocas o muchas comodidades que tienen.
El Patriotismo de Avestruz, el de todos los que estando relativamente cómodos con su situación...
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