Ricardo Elias / Paquetesalves

AutorRicardo Elias

En la mayoría de las religiones lo sagrado designa todo lo que atañe a lo más fundamental de su culto. Esta noción de lo sagrado se utiliza de manera más general en otros contextos: una nación puede definir como sagrados los principios que la fundan; una sociedad puede definir como sagrados algunos de sus valores, su patrimonio, etcétera.

Los elementos de lo sagrado se consideran generalmente como intocables: su manipulación, incluso con el pensamiento, debe obedecer unos rituales bien definidos. No respetar estas reglas, incluso actuar contra las mismas, se considera generalmente como un pecado o crimen real o simbólico: un sacrilegio.

Y en ese sentido no tengo la menor duda que el dinero público, el que proviene de nuestros impuestos, y la Constitución que nos rige a todos deben tratarse como cosas sagradas, y como tales su manejo también debe obedecer a procedimientos y conceptos bien definidos.

En mi opinión, como la de tantos, con el donativo que el Gobernador hizo para la construcción del Santuario de los Mártires se ha cometido un sacrilegio, por ponerlo en términos religiosos, al haber utilizado el sagrado dinero de todos violando la sagrada Constitución.

Defienden la legalidad y pertinencia de este donativo desde dos lados: Dicen que no hay violación a la ley y al principio de laicidad porque el dinero no se dio directamente a una asociación religiosa sino a una asociación civil (aunque ésta haya sido creada ex profeso para la construcción de un templo religioso), argumentando que entre sus fines está la atención a necesidades y carencias sociales fundamentales, y que el dinero se utilizará para la creación de un hospital para la asistencia social, un comedor para personas en necesidad extrema y una escuela de enfermería para madres solteras.

Lo anterior es una cínica simulación y una inmoral manipulación de la ley y de su espíritu, que también es santo.

Pero al mismo tiempo, el Gobernador y todos los defensores de esta religiosa y antilaica aportación, justifican el uso del dinero público argumentando que el Santuario de los Mártires generará empleos y un turismo religioso con derramas económicas importantes a la entidad.

En los argumentos anteriores hay una contradicción: o el donativo es para una asociación civil no religiosa que construirá un hospital, un comedor y una escuela, o es para construir un templo que generará un importante flujo de turismo religioso.

Si el donativo sólo es para apoyar a una asociación civil, entonces...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR