Ricardo Elias / Mensajitos
| Autor | Ricardo Elias |
Me parece una descortesía hacer invitaciones personales vía correo electrónico o mensajes de texto, y asumir que por el hecho de haberlos mandado la invitación fue hecha.
Vean la historia de una invitación cibernética:
-Te estuvimos esperando en la cena que hice en mi casa, y no llegaste.
-¿Cuál cena?
-La que organicé el sábado por la noche.
-A mí no me invitaste.
-¿Cómo no? Te mandé un "mensajito" por "guatsap"...
-¿Un mensajito? ¿guatsap? ¿Qué te hace suponer que yo checo todo el tiempo mis correos electrónicos y mensajes de texto, particularmente, en un fin de semana?
Si pudiste mandarme un "mensajito" quiere decir que podías haberme dado una "llamadita", y yo te hubiera dado una "respuestita".
Y no es que uno quiera ser tratado con "pincitas" o como embajador plenipotenciario, pero a menos que no hubiera otra manera de comunicarse, cuando de relaciones personales se trata, la capacidad de hablar debe estar sobre la capacidad de escribir.
Los avances tecnológicos sin duda nos han ayudado a hacer miles de cosas, al grado de que sin ellos la vida hoy sería impensable. Sin embargo, hay cosas que considero que todavía deben hacerse "a la antigüita", si es que hablar es ahora "antiguo". (Les recomiendo mucho el siguiente video titulado "Desconéctate para que te conectes" www.youtube.com/watch?v=8NO5KXe4pas).
Entendámoslo de una vez: nunca será lo mismo un mensaje de viva voz que un mensaje electrónico. Por algo, al primero se le llama "mensaje" y al segundo "mensajito".
Ningún teclado puede sustituir la sensibilidad de la voz o la belleza de un texto manuscrito. No me digan que se siente igual decir o escuchar un "te quiero", en vivo, que leer "tqm" en "guatsap".
Lo que le da valor a un hecho, es ponerle cara, voz y tiempo. ¿A poco no se necesita más valor, tanto para invitar como para negarse a asistir a un evento, cara a cara que cara a pantalla? ¿A poco no se necesita ser más valiente para decirle a otro "te quiero" o "no te quiero", frente a frente, que frente a un teclado?
Por ello, las verdaderas cartas de amor se escriben a mano, con buena letra y en papel bonito. Un "te quiero" de viva voz es como un beso suave y delicado que sólo busca el saberse oído. Un "te quiero" virtual es un beso frío.
Carece de la parte más importante de la comunicación humana: la entonación de la voz y el lenguaje corporal, con lo cual se modula o modifica el significado de las palabras mismas y los sentimientos que siempre, siempre, hay...
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