Ricardo Elias / Encapuchados

AutorRicardo Elias

Cuántas veces hemos de ver y escuchar noticias que dicen: encapuchados causan destrozos; encapuchados queman autobuses y vehículos; encapuchados lanzan bombas molotov, bloquean avenidas y carreteras, vandalizan, agreden, saquean, etc.

Salvo que se trate de una fiesta de disfraces, para cubrirse del frío, la lluvia o el polvo, por motivos de salud, y algunas mujeres por motivos religiosos, la única razón por la que una persona cubre su rostro con una máscara, un pañuelo, una capucha o un pasamontañas es para esconder su identidad.

Por ello, y dado que el anonimato es el principal aliciente de la delincuencia, el vandalismo y la impunidad, les pido a nuestros legisladores que redacten y aprueben una ley que prohíba el uso de máscaras y capuchas en manifestaciones públicas.

Muchos países las tienen, por lo que no significaría gran trabajo. Un "copy-paste" de la que mejor se acomode a nuestras circunstancias bastaría (con el debido crédito a los autores originales, para que luego no los acusen de plagio).

Las leyes antimáscaras tienen como objetivo impedir que individuos que por cualquier motivo se manifiestan en las calles lo hagan escondiendo sus rostros.

Leyes de este tipo datan de mediados del siglo 20, cuando en Estados Unidos se tuvieron que implementar para inhibir al Ku Klux Klan, cuyos miembros usaban capuchas blancas para esconder sus identidades a la hora de demostrar sus odios, linchar personas o vandalizar.

Alemania desde 1980 prohíbe disfrazar la identidad de las personas en reuniones públicas como manifestaciones. Canadá recientemente introdujo una ley que prohíbe el uso de máscaras durante motines, manifestaciones y reuniones ilegales, con penas de hasta 10 años de prisión.

Austria prohíbe desde el 2002 el uso de máscaras en protestas. Y lo mismo Dinamarca, Rusia, Suiza, Francia, Inglaterra, etcétera.

El objetivo de estas leyes es obvio: que la Policía pueda identificar a los delincuentes y a las personas violentas, xenófobas, racistas, extremistas o terroristas.

Hay excepciones en estas leyes, pero aplican sólo a eventos públicos que no representan ningún peligro.

México requiere sin duda una ley similar, ya que los encapuchados y "empañuelados" que destruyen, incendian y agreden lo que les venga en gana son cosa de todos los días, y la impunidad de sus actos se basa en la imposibilidad de...

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