Ricardo Elias / Agarraron a Pepito

AutorRicardo Elias

Cuando leí y escuché la increíble información difundida en el periódico REFORMA, (20 de junio) y en el noticiero de Televisa con Joaquín López Dóriga, la semana pasada, respecto de una acusación de violación que le hicieron a un niño de cuatro años, pensé para mis adentros: ¡ya agarraron a Pepito!

Si leyó usted bien. Un niño de c-u-a-t-r-o años fue acusado de violación.

La historia comenzó el 3 de diciembre del 2002, en la Ciudad de México, cuando una madre de familia acudió a la agencia 48 del Ministerio Público, especializada en delitos sexuales, a presentar una denuncia contra un niño que presuntamente violó a su hija, y el Ministerio Público pidió a la Policía Judicial que designara elementos para presentar al niño acusado de abuso sexual en la averiguación previa.

Como el niño (Pepito) no se presentó, el 20 de diciembre nuevamente se giró un oficio a la Policía Judicial ordenando la localización y presentación del menor como probable infractor y el 27 de diciembre éste se presentó a las instalaciones de la Procuraduría en compañía de su padre y rindió su declaración ministerial.

La representante social hizo saber al niñito el contenido del artículo 20 constitucional en lo relativo a la averiguación previa, 134 bis y 269 del Código de Procedimientos Penales, así como el artículo 35 fracción II, inciso d) y 36 fracción III de la Ley para el Tratamiento de Menores Infractores para el DF en materia del fuero común y para toda la República en materia del fuero federal y se le exhortó a "conducirse con verdad".

Si no fuera porque esta noticia fue difundida por medios de comunicación respetables yo hubiera pensado que se trataba de una broma, pues sólo un personaje de ficción como Pepito (el de los chistes) pudiera encajar en el perfil de un niño de cuatro años acusado de violación.

Hay uno de esos chistes que encaja perfectamente con este caso y que ahora les cuento: En el salón de clases la maestra deja como tarea a sus alumnos el hacer una buena obra. Al día siguiente pide a cada uno de ellos que platiquen la buena obra que hicieron. Y así, Juanito relata cómo ayudó a una anciana a cruzar la calle; Pedrito platica que llevó unos regalitos a niños enfermos en un hospital. Y cuando toca el turno a Pepito de explicar su buena obra, éste orgullosamente le dice: maestra, yo evité una violación. ¿Cómo fue eso? pregunta intrigada la maestra, a lo que Pepito responde: muy fácil maestra... ¡la convencí!

Esta denuncia de violación no fue sacada de...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR