El Rey de la alta costura

AutorLorena Avelar

En el cielo de las luminarias, los terciopelos negros destellan repletos de diminutas estrellas que intentan iluminar por siempre. En el mundo de la moda, sólo unas cuantas firmas comparten ese universo de lujo. Balenciaga sobresale más que cualquier otra firma, porque es mágica portadora de la historia de un preceptor del dedal.

El descubrimiento

Cristóbal Balenciaga fue sin lugar a dudas "el maestro". Fue quien inspiró a todos los estilistas de talento cuyas casas perpetúan la tradición y hacen que París sea, siempre, la capital de la moda. Balenciaga es uno de los diseñadores más influyentes del Siglo 20, y es considerado el "arquitecto del vestido" por la perfección y el carácter constructivo de sus modelos.

Fue un anticipador de lo que la era moderna necesitaba. Liberó el cuerpo de la mujer de las ataduras inverosímiles de la "belle époque"y puso las cosas en su sitio, reduciendo las falsedades artificiales al orden sereno y estético de la naturaleza. Su temperamento era discreto, silencioso, exigente y de una refinada elegancia. No comulgaba con la extravagancia llamativa, no era cursi y sus presentaciones lucían un contenido esfuerzo de disciplina, rigor y método.

Nació el 21 de enero de 1895 en Guteria, España. Durante su juventud aprendió costura con su madre, hasta que la Marquesa de Casa Torres, impresionada por las cualidades del adolescente, pagó su educación como modista en París y patrocinó su primera casa de alta costura, abierta en San Sebastián en 1915.

Años después, Balenciaga fundó un establecimiento llamado Elsa, con sucursales en Barcelona y Madrid.

Gracias a su talento excepcional y a sus grandes pinceladas de refinamiento, era seguido por una exquisita y selecta clientela, en la que se distinguían las Reinas María Cristina de Hamburgo y Victoria Eugenia, Bárbara Hutton, Gloria Guiness, la Duquesa de Windsor y actrices de la talla de Marlene Dietrich e Ingrid Bergman.

El estilo

Los trajes de este diseñador eran perfectos para grandes ocasiones, y se complementaban con detalles cargados de dramatismo, como capas cortas, grandes volantes, colas y pliegues. Sus vestidos de noche estaban influidos por el flamenco. La estética suntuosa del mundo taurino también inspiró numerosas creaciones. Balenciaga creó blusas sin cuello, pero también cuellos que proporcionaban esbeltez. Diseñó vestidos globo, vestidos túnica, vestidos saco y vestidos camiseros. Además, impulsó la virtud del color negro como símbolo de elegancia y...

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