Revive su historia a través de su hija

AutorRodolfo G. Zubieta

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LOS ÁNGELES.- Camaleónico, como en sus películas, Kiefer Sutherland ha pasado de ser un "chico malo" de Hollywood a un héroe de acción en la televisión.

También es una estrella preocupada por la política y el medio ambiente, así como uno de los actores más reconocidos de la llamada Generación X.

Sin embargo, el mejor papel de su vida, sostiene, se encuentra alejado de los reflectores, justo en la intimidad de su hogar. Ahí trata de ser el mejor mentor para su única hija, Sarah Jude, quien a sus 25 años está determinada a hacer carrera en la actuación.

De esta forma, Kiefer William Frederick Dempsey George Rufus (su nombre completo) está reviviendo el ciclo que hace 30 años inició al lado de su padre, Donald Sutherland, y que gestó lo que se perfila como una dinastía.

"Mi hija trabaja en esto y lo mejor que puedo hacer por ella es guiarla", comparte el actor.

Particularmente, le ayuda a sobrellevar las frustraciones que implica buscar un lugar en la industria y que él experimentó a los 15 años.

"Le conté, por ejemplo, que mi primer trabajo fue horrible: me quedé esperando a que pasaran por mí en la carretera y el coche nunca llegó".

Al hablar de su hija, Kiefer se nota apacible, totalmente alejado de la imagen ruda de Jack Bauer en 24 y sin rastros del cinismo oscuro del vampiro David en Los Chicos Perdidos.

Su forma de ser y de hablar se asemeja más a la de uno de los tantos papeles que ha hecho su padre, Donald Sutherland, quien es su héroe de vida.

"De cierta manera, en mi juventud yo era como mi hija, y reaccionaba igual con mi papá.

"Todavía lo recuerdo: un amigo tenía todas las películas de mi papá en formato Beta y, como no me dejaban verlas en casa debido a que no eran apropiadas (por sus temáticas), no...

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