Revisan los mitos del carácter regiomontano

AutorDaniel de la Fuente

En 1942, Alfonso Reyes pronunció su discurso "Los Regiomontanos", en el que alabó a sus coterráneos al llamarlos "héroes en mangas de camisa", "paladines en blusa de obrero", "filósofos sin saberlo", "hombres felices".

Coqueteo para evitar el olvido o frenesí por una cultura vanidosa del esfuerzo, lo cierto es que los calificativos de Reyes son frecuentes en cada aniversario de la ciudad, pero hoy, a 405 años de la fundación y a cinco años del apoteósico Monterrey 400, merecen una mayor reflexión a la luz de los cambios sociales en referencia a una mitología muy singular en México.

I

No sólo en los reinos muy poblados y opulentos suceden prodigios y portentos, según el legendario cronista Alonso de León. Esto se relaciona con lo escrito por Abraham Nuncio en "Visión de Monterrey", donde dice de ésta que no es una cultura antigua, con pirámides, sino una joven, con chimeneas, originaria de la etapa industrial del capitalismo en México, culminada en sus metrópolis de origen, y que empieza a dejar de ser el rasgo característico de Monterrey.

El origen de la ciudad es interesante. Los protagonistas de los intentos de fundación lo fueron también de usura, trato de esclavos, escándalos de alcoba (no probadas aún), persecuciones y crímenes.

Al no encontrar el mundo imaginado, Diego de Montemayor, quien refunda la ciudad en 1596 tras dos intentos que terminaron en abandono (de Alberto del Canto y Luis Carvajal y de la Cueva), termina por inventarla, señala Nuncio.

Es una ciudad cuya grandeza residirá en su nombre: el de "metropolitana", lo que, a decir del cronista de Monterrey, Israel Cavazos, alude más a su condición de cabecera de reino que a su grandeza física. Que el reino transcurriera su etapa colonial con enfermedades, inundaciones, indios belicosos, polémicas territoriales y minerales que no acababan de ser productivos, puso a prueba la resistencia de los pobladores. El siglo transcurrido después de 1596 parecía demostrar que don Diego se había equivocado al fundar la ciudad, hasta que se da la apertura del Obispado de Linares, entre otros sucesos.

Durante la Colonia, señala el historiador César Morado, la economía de la ciudad gira en torno a la agricultura, la ganadería y minería. Zacatecas o Saltillo son más importantes. Monterrey se ubica en la geografía al nacer el circuito comercial Nueva Orleans-Matamoros-Monterrey (1820), a la par de Veracruz-Ciudad de México-Zacatecas-Saltillo. La ciudad no se desarrolla, la geografía se...

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