Se la reviran a Mancera

"Vamos a ganar 2-1...no, 3-1 mejor".

Con esa seguridad se bajó Miguel Ángel Mancera, aficionado de los Pumas, de la camioneta que lo dejó casi a la puerta del túnel siguiente al acceso de invitados especiales en el Estadio Olímpico Universitario y caminó hacia el interior, mientras su hijo hacía un esfuerzo por alcanzarlo con el apoyo de unas muletas, al tener una pierna lesionada.

Ese ánimo para vaticinar un marcador por parte del Jefe de Gobierno de la Ciudad de México pareció contagiar al grupo de seguidores adscritos a la barra La Rebel que desde una hora antes del partido desataron la fiesta en el bajo puente entre Rectoría y el estadio.

"Daaale, dale, dale Pumas, vamos a ganar, que esta barra no te deja de apoyar, yo te sigo a todas partes a donde vas, cada día te quiero más", el clásico cántico que dura casi los 90...

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