Reverdecen a París con huertas vecinales

AutorMónica Delgado

Corresponsal

PARÍS.- Un terreno baldío, una antigua vía férrea o el techo de un edificio, los espacios vacíos en París tienes hoy vocación para albergar una huerta vecinal.

Aunque el objetivo primario es acercar a los vecinos y mejorar su entorno, el programa de la municipalidad también busca contribuir a que la capital francesa sea una de las ciudades europeas más amistosas con el medio ambiente.

Inspirados en los jardines comunitarios de Nueva York, las áreas verdes compartidas de París han registrado un crecimiento exponencial en los últimos dos años, impulsada por la crisis económica, que ha llevado a los parisinos a producir algunos vegetales para ahorrar.

Por ejemplo, en la calle Coulmiers, la huerta vecinal se instaló en 2007 a lo largo de una antigua vía férrea donde malas hierbas, grafiteros e indigentes eran los únicos visitantes.

Hoy, en 30 metros de largo hay 50 parcelas individuales (de 3 metros cuadrados) o colectivas que son cuidadas por 100 vecinos, y la lista de espera para participar en el proyecto cuenta con 30 nombres.

"Ya no aceptamos más inscripciones, ni en lista de espera porque el ritmo de rotación es lento", comentó Nicolas, el presidente de la asociación Vert-Tige, responsable del jardín, ubicado en el sur de la capital gala.

"Es obvio que sentimos un mayor interés (en las huertas). La gente quiere producir sus propias hortalizas. Hay una voluntad de comer más sano y es una cuestión económica", añadió.

En su parcela el parisino ya lleva este año cuatro cosechas de lechuga con 10 piezas cada una, tres cosechas de rábanos con tres manojos en cada ocasión y varias de jitomate con un sinnúmero de frutos.

"Es realmente una ayuda para el presupuesto familiar", afirmó.

En la actualidad, la municipalidad parisina tiene registradas 60 huertas vecinales.

Caroline con sus dos hijos también suele ir a la huerta de Coulmiers, para regar un plantío de jitomates y remover la tierra del bancal que tiene reservado.

"Me quita el stress del trabajo y los niños se divierten", comentó a REFORMA la joven mamá.

El programa de huertas también incorpora proyectos culturales y de integración social para minusválidos, desempleados o indigentes.

Así, en el pequeño espacio del jardín Lilolila, en la esquina de las calles Haxo y Belleville, el único sendero sirve como galería para promover un arte a tono con este barrio popular del noreste de París: los grafitis y otras expresiones murales.

El artista utopista Yona Friedman realizó los...

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