Reúne a clase política la boda de Zermeño
Autor | Ernesto Núñez |
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TORREÓN.- No fue la boda del siglo, pero sí una boda "sui géneris".
Jorge Zermeño, el presidente de la Cámara de Diputados, y Astrid Casale, conductora de la televisión local, atrajeron a su enlace matrimonial a un singular grupo de invitados.
Además del Presidente de la República, llegaron a la fiesta una pléyade de panistas de diversos rangos, la crema y nata de la sociedad coahuilense, un grupo de ejidatarios que aprovechó el evento social para manifestarse, y un comando de simpatizantes de Andrés Manuel López Obrador armados con una camioneta y un megáfono.
El Presidente Felipe Calderón le cumplió a su amigo y compañero de partido, y en punto de las 20:55 horas arribó al Hotel Camino Real escoltado por el Estado Mayor y una patrulla de la Policía Federal Preventiva.
Si Zermeño fue puntual el 1 de diciembre, cuando preparó todo para una histórica sesi ón en la que le colocó la banda presidencial al pecho, ayer Calderón correspondió, y utilizó el avión presidencial para no fallarle.
En el salón principal del hotel ya había dos centenares de invitados, casi todos oriundos de la Comarca Lagunera, cuando la pareja Calderón-Zavala partió plaza.
Los miembros del gabinete brillaban por su ausencia; incluso uno que ya había confirmado: el secretario de la Función Pública, Germán Martínez.
Tampoco llegó el líder nacional del PAN, Manuel Espino; ni los priistas Emilio Gamboa y Manlio Fabio Beltrones, también invitados.
Con esas ausencias, la "alfombra roja" fue llenada por políticos locales que lucieron amplias sonrisas ante las cámaras de los diarios y noticieros de la región.
A todos ellos, diputados locales, alcaldes y regidores, la prensa local los bombardeaba con preguntas sobre el incremento de la inseguridad en la Comarca, los cuatro muertos del jueves y los operativos que no terminan de cuajar en la región.
De pronto aparecía, lejano y perdido entre la guerra de declaraciones, el rostro de algún político de talla nacional: Santiago Creel, Héctor Larios, José González Morfín, Ricardo García Cervantes, Lydia Madero o Fernando Margáin; todos legisladores o ex legisladores del blanquiazul.
La priista Silvia Hernández con su esposo, Jorge Alcocer, y las diputadas del Verde, Gloria Lavara y Erika Larrei.
Llamaba la atención, entre ellos, Diego Fernández de Cevallos, con puro en mano y actitud de padrino.
A media tarde fue visto en chamarra saliendo del hotel en un radio taxi, aparentemente para comprar puros. En la fiesta tenía reservado...
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