Retrocede en EU la libre expresión

AutorAlberto Armendáriz

MURAL / Estados Unidos

NUEVA YORK.- En las calles, las protestas contra el Presidente de Estados Unidos son limitadas o directamente prohibidas. En la televisión, la aparición de un pezón provoca multas y duras regulaciones sobre lo que el público no puede ver.

En las radios, los cantantes críticos son boicoteados por compañías adeptas al Gobierno. A consagrados autores extranjeros se les prohíbe publicar libros en el país, mientras más y más periodistas son llevados a los tribunales para obligarlos a revelar sus fuentes anónimas que filtraron algún secreto estatal.

"Después de los ataques terroristas del 11 de septiembre, en estos tres últimos años el Gobierno del Presidente George W. Bush se ha sentido más envalentonado para mantener secretos de Estado, perseguir a quienes los filtran, y controlar el libre flujo de información y opiniones", indicó Gene Policinski, director ejecutivo del Centro de la Primera Enmienda Constitucional del Freedom Forum, una fundación de Washington dedicada a defender la libertad de expresión y la libertad de prensa.

"En estos tres años hemos visto más signos de oposición por parte del Gobierno a la libertad de expresión que en las últimas tres décadas", advirtió Policinski.

Aunque suene a dictadura del Tercer Mundo, esa es la realidad hoy en Estados Unidos, donde la libertad de expresión ha recibido serios golpes en nombre de la seguridad nacional. Los ejemplos abundan, pero en el último año, en plena carrera electoral por la Presidencia, los casos se han vuelto más notorios.

Limitan derecho a manifestarse

En agosto, por ejemplo, después de una larga batalla judicial, el Alcalde republicano de la ciudad de Nueva York, Michael Bloomberg logró que un juez prohibiera un masivo acto de protesta en el Central Park contra la Convención Nacional Republicana que se celebraría por esos días en Manhattan.

Finalmente, los manifestantes debieron conformarse con una marcha de recorrido prefijado por la Policía, y durante la convención tuvieron que restringirse a un corralón alejado del Madison Square Garden y de la mirada de los participantes de la reunión. Similares situaciones se dieron durante la campaña, cuando alegando razones de seguridad el equipo de Bush mantuvo a los opositores a una considerable distancia.

"Nosotros presentamos dos juicios al respecto, porque la Primera Enmienda constitucional garantiza el derecho de los ciudadanos a reunirse y exponer ante los Gobernantes sus reclamos", dijo a MURAL el abogado...

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