Retratan de México los sueños y temores
| Autor | Carmen Alvarez |
A través de tres personajes arquetípicos, una prostituta y dos mendigos, México es retratado en sus paradojas, en sus sueños y temores, dijo el director de teatro Germán Castillo sobre su puesta en escena La prostituta de Ohio, de Hanoch Levin.
"No puede haber confianza, amor y solidaridad en una nación donde quienes más ganan obtienen salarios 300 veces superiores al de un obrero. ¿Qué fraternidad puede haber en una empresa si el ejecutivo gana 300 mil pesos y el barrendero mil?", exclamó.
Al término de una conferencia de prensa, convocada por la Coordinación Nacional de Teatro del INBA, Castillo relató que la obra del filósofo marxista Federico Engels aporta bases teóricas para una lectura de la obra del dramaturgo israelí, adaptada a la situación mexicana.
"En Israel son otras las condiciones. Finalmente yo me refiero a lo que ocurre aquí, no a lo que pasa allá porque lo desconozco", enfatizó.
En su opinión, La prostituta de Ohio -interpretada por Oscar Yoldi (Juan Amargo), María Eugenia Pulido (Eloísa) y Juan Carlos Vives (Pepe Amargo)- evoca el miedo a envejecer, "a quedarnos sin trabajo, a que nos quiten algo, a que nos hagan daño, debido a nuestra incapacidad de amar y de ser solidarios.
"Es el sentimiento contemporáneo del miedo, del miedo a todo, un ámbito donde se une lo mexicano y lo universal", abundó.
Una puesta en escena donde Juan Amargo, Eloísa y Pepe Amargo "somos todos nosotros", en una síntesis de los seres humanos que anhelamos el amor pero vivimos en el resentimiento y el odio, en el cultivo de la mezquindad.
Con influencias del Teatro del Absurdo de la posguerra europea y del legado del dramaturgo inglés Samuel Beckett, la escenografía de Martín Acosta acompaña a estos "seres arquetípicos" de Levin en el callejón de un barrio pobre, que podría ser La Merced.
"Y la caja de Pandora se abre con la prostituta de Ohio, que nunca se va a presentar y que sólo existe en la mente de cada uno de los personajes, que también incluyen al público", dijo Yoldi, quien encarna a Juan Amargo, el pordiosero que festeja su 70 aniversario contratando a una prostituta (Eloísa) y sueña con el deseo de pararse a la entrada de la mansión de la prostituta de Ohio para ser arrojado de allí a manos de algún sirviente de ella.
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