Retratan extremos de la vida migrante

AutorErika P. Bucio

La Bestia mata, no tiene piedad. "Te corta las piernas, es un tren que siega vidas...", se interrumpe la fotógrafa Isabel Muñoz.

Cuando terminó su serie sobre la Mara en El Salvador, decidió viajar a Ciudad Juárez para fotografiar a las mujeres, pero supo de los relatos de los migrantes centroamericanos y enfiló hacia la frontera sur de México.

Se montó al tren de carga que los indocumentados llaman la Bestia para contar sus historias. "Tienes que sentir a la Bestia debajo de tus piernas para saber lo que sienten estos migrantes", dice en entrevista desde Madrid.

El miedo no es sólo al tren sino también a los Zetas, violadores y asaltantes en el camino. "Las mujeres, antes de iniciar el viaje, el sueño americano, empiezan a tomar la píldora".

Muñoz (Barcelona, 1951) no era inmune al miedo. "En esos momentos no puedes demostrarlo. A nuestro lado estaban los Zetas". En los albergues para los migrantes también hay infiltrados. "Nunca sabes con quién estás".

Armada con su cámara, era imposible pasar desapercibida. Hubo que descender a prisa del tren al enterarse de que subían los asaltantes mientras los migrantes se hacían de piedras y palos. "Tirarse del tren en marcha es peligroso, te jala. Tuve suerte".

Muñoz no se blinda contra el dolor humano. "Por esa frontera pasa la gente más necesitada, que no tiene para pagarse un coyote, a los Zetas".

Al hondureño Donar lo fotografió sobre las vías. Perdió ambas piernas al caer del techo del tren y ahora se dedica a relatar su experiencia a otros migrantes en los albergues. A Óscar, también hondureño, un niño que con apenas 13 años mató al asesino de su hermano, lo captó en la oscuridad.

"El día que no sientas, esto no es para ti. Después de cada trabajo no eres la misma persona", lo dice alguien que ha documentado la prostitución infantil en Camboya y los hospitales para enfermos terminales de SIDA.

Muñoz expone por primera vez sus fotografías de La Bestia en el Centro Cultural de España (Guatemala 18, Centro Histórico), a partir del 11 de septiembre, como parte del proyecto en red Migraciones: Mirando al sur.

Curada por Diego San Vicente, la exposición reúne 81 imágenes, acompañadas con el registro en video hecho por los artistas mexicanos Andrés Villalobos y Eduardo Olivares.

Esas fotos muestran el contraste del horror y el desamparo de los migrantes con la bondad humana, por increíble que parezca: una relación amorosa que nació en un asalto a bordo del tren, en La Arrocera, entre una mujer que...

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