Retoma oficio poético
| Autor | Oscar Cid de León |
Si no por miedo, fue por falta de coraje que Rosa María Villarreal asumió tarde su condición de poeta, reconoce: "No tuve la valentía, quizás, y ahora lamento no haberlo hecho antes".
En primera persona del singular, su primer poemario, viene entonces a saldar su antigua deuda, ésa que no se permitió pagar mientras ejerció el periodismo cultural por más de dos décadas.
"Siempre el periodismo fue mi oficio. Me identifiqué con él durante muchos años de mi vida y así me percibían. Además me parecía que no podía llevar las dos cosas públicamente, que el periodismo lo debía ejercer como tal, solamente como periodista.
"Entonces siempre me oculté, llevando la poesía a lo privado", confiesa la autora en entrevista.
Ahora, en realidad, se arrepiente un poco: "¿Por qué no lo hice antes? Estoy segura que lo hubiera hecho mejor".
Editado por la Universidad Autónoma de Nuevo León, y prologado por el poeta uruguayo Eduardo Milán, En primera persona del singular reúne poemas que Villarreal realizó, incluso, en aquella época, durante los intervalos de descanso que apenas encontraba en una profesión tan demandante como el periodismo.
Fuera de las redacciones, por ejemplo, concibió poemas como A contraluz, que, según recuerda, debió escribir hace 10 años.
Pero el libro, que contiene un total de 21 poemas ilustrados por el mismo número de artistas, entre ellos Gabriel Macotela, Boris Viskin, Arturo Rivera, Gabriela Gutiérrez y Roberto Parodi, también reúne versos recientes, precisa la autora regiomontana.
Ahora que publica su primer poemario, Villarreal asegura sentirse liberada, aun cuando reconoce que la vida no está como para ser poeta.
"¿A quién le urge la poesía?", se pregunta. "Primero que nada, le urge a quien la escribe, pero, lamentablemente, esa urgencia no es algo que sienta tanta gente por hacerla suya.
"Me gustaría que urgiera en general, porque la poesía no es un bien que consuman muchos públicos", señala quien dentro del periodismo fue responsable editorial de la sección Cultura de El Norte de Monterrey, y ejerció como Directora en el área desde la fundación de REFORMA por una década.
La autora recuerda que en alguna ocasión, cuando ya se había convencido de asumirse como poeta, alguien dentro del ámbito le preguntó que entonces de qué viviría.
"Éste es un oficio que amerita ponerte los pantalones, porque lo primero es asumir lo que eres y ya después, en segunda instancia, ver cómo le haces para vivir", señala.
Allí radica, incluso, cierta...
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