Resurge en Puebla megalópolis prehispánica

AutorLuis Romo Cedano

La extensión de la zona arqueológica de Cantona, en el oriente del estado de Puebla, es el primero y más evidente indicio de su insondable riqueza.

El visitante recorre durante dos o tres horas un lomerío densamente poblado de construcciones de piedra, y lo que alcanza a ver es apenas la centésima parte (sí, sólo el 1 por ciento) de una antigua ciudad milenaria de 12 kilómetros cuadrados.

Aunque Cantona fue descubierta a mediados del Siglo 19, hasta 1993 se iniciaron en ella excavaciones y estudios sistemáticos.

Cantona fue uno de los 14 megaproyectos arqueológicos del sexenio de Carlos Salinas de Gortari, y en octubre de 1994 fue abierta al público.

En el 2001, las autoridades culturales mexicanas la incluyeron, junto con otros 22 bienes nacionales, en la Lista Indicativa de obras con posibilidades de ser reconocidas como Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO, lo cual representa el primer paso en el proceso para obtener este codiciado nombramiento.

"Cantona no tiene punto de comparación alguno con otra ciudad prehispánica dentro del área conocida como Mesoamérica. Teotihuacán sería la única que podría ser comparable, dado su alto grado de desarrollo urbanístico y complejidad arquitectónica", se señala en el libro "El patrimonio de México y su valor universal", del Instituto Nacional de Antropología e Historia, que describe los sitios incluidos en dicha Lista Indicativa.

Ciudad única

Además de su gran tamaño, otras muchas peculiaridades hacen de Cantona una urbe mesoamericana fuera de serie.

La ciudad consta de un centro cívico-religioso de 90 hectáreas, denominado la Acrópolis, y de una amplia red de espacios residenciales con algunos centros religiosos menores. Hoy todo ello está rodeado de un tupido bosque de yucas salpicado por algunos pinos.

La Acrópolis reúne las principales estructuras del lugar y abundan las pirámides medianas, las plazuelas (provistas de pequeños altares) y los juegos de pelota; de éstos se han encontrado 24, el mayor número existente en cualquier centro urbano mesoamericano.

En la Acrópolis hay más de 12 conjuntos con pirámide, una o dos plazas y una cancha de juego de pelota.

Es curioso que tanto en el interior de estos conjuntos, como entre conjunto y conjunto reina una deliberada asimetría.

Fuera de la Acrópolis, Cantona resulta todavía más rara.

Se calcula que hay 8 mil patios habitacionales de forma cuadrangular, con 40 por 50 metros de lado. Muchos de ellos son visibles desde las veredas de...

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