Resurge un guerrero

Guadalajara.- El intenso olor a gas en su casa aquel mediodía no era normal y Diego lo sabía.

El tanque tenía una fuga en la base y al contacto con el piloto del boiler la finca estalló y las llamas atraparon a Diego Rosas Rodríguez, a su abuelita María Elena y a su gato "Rolly".

La explosión ocurrió justo cuando su mamá, Laura Rodríguez, intentaba abrir el cancel de la cochera para ingresar, el 28 de abril.

Pasados siete meses el jovencito de 12 años ha demostrado ser un guerrero, quiere recuperar la vida que llevaba antes de la tragedia que quemó el 86 por ciento de su cuerpo y a la que no sobrevivieron su abuelita ni "Rolly".

Durante tres meses Diego estuvo con las heridas abiertas, en terapia intensiva, bajo tratamientos, limpiezas quirúrgicas y baños sumamente dolorosos, y librando fiebres de hasta 40 grados Celsius que no podían contrarrestarse con medicamento.

"Él no tenía de dónde le sacaran piel (...), nada más le quedó su cuero cabelludo y sus pies, entonces, lo poco que podían sacar era de ahí, y lo demás, lo cubrían con piel de cadáver, en lo que se...

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