Resulta ser un atolladero

Los rostros de tedio, cansancio, molestia y resignación predominaron ayer en la Avenida López Mateos, ante los 11 kilómetros de filas de autos que se formaron por una obra vial.

Como comparación, en el tiempo en que algunos conductores llegaron de Guadalajara a Chapala, otros sobre López Mateos, en sentido norte a sur, no alcanzaron a salir de la Ciudad.

A las 13:30 horas era un caos, pues las obras en López Mateos a la altura de Ramón Corona -donde se construye un túnel- causaban filas que llegaban hasta la entrada a Bugambilias, es decir, había que recorrer 5.5 kilómetros a vuelta de rueda.

Cuarenta minutos demoraron quienes tuvieron el tino de salir a esa hora.

Quienes esperaron un poco más, encontraron las consecuencias del cierre de dos carriles por sentido hasta la altura del cruce con Mariano Otero.

No había nada más qué hacer, sólo aguantar y matar el tiempo haciendo cualquier cosa como revisar el celular o hasta maquillarse. Incluso, algunos acompañantes prefirieron echar una siesta.

"Me tardé una hora en el camión, veníamos todos callados porque ¿qué puedes hacer?, ni modo que vueles, pero sí fue muy demorado el viaje", comento Rigoberto Espadas, quien iba a visitar a un amigo a uno de los fraccionamientos que se encuentran después de Santa Anita.

Quienes pensaron que por...

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