Resucitan los 'Diablos Rojos'
Señor Futbol / Redacción
Shizuoka, Japón.- Con todo en contra, pero Bélgica está en Octavos de Final y ahora se medirá a Brasil.
La propia prensa de su país la daba como eliminada de la Copa del Mundo, sin embargo, la selección belga sacó la casta y se impuso por 3-2, a un adormilado combinado ruso al que le bastaba el empate para seguir en la pelea por el título, pero que cuando quiso reaccionar, el reloj se le vino encima.
Contra todo pronóstico que aseguraba que los "Diablos Rojos" se quedarían en la orilla al tener que atacar en busca de goles que le dieran el pase a la siguiente fase, situación que lucia complicada dado que Bélgica es un equipo que, por sistema, juega sin delanteros, los dirigidos por Robert Waseige tuvieron la garra necesaria para sacar un resultado que les dio la contraseña para la siguiente ronda.
Rusia, por su parte, en el pecado llevó la penitencia, y es que les bastaba un simple empate para seguir en esta justa mundialista, sin embargo, desde los primeros minutos se vieron asfixiados por un equipo que los apretó, clavándoles el primer gol antes de los 10 minutos de juego, por conducto de Johan Walem, en tiro de castigo.
Con una racha de siete partidos consecutivos sin victoria en Mundial, Bélgica encaró este compromiso con la complicación también de que el único resultado que le servía era el triunfo, toda vez que la Selección de Japón -al mismo tiempo-, superaba a Túnez por 2-0.
No obstante, y luego de su primer tanto, el panorama se les fue aclarando, aunque esto no lo establecieron por completo en el marcador del primer tiempo, y en el arranque de la parte complementaria, se les dificultó aún más al ser alcanzados por el gol de Vladimir Beschastnyk a 7 minutos de iniciado el segundo tiempo.
Tuvo que ser hasta la recta final del partido, y en 5 minutos, cuando los belgas se dispararon a la siguiente fase gracias a una jugada a balón parado, que empujó a la red, Wesley Sonk, quien acababa de ingresar por Mbo Mpenza, la única propuesta ofensiva del equipo.
Instantes después Marc Wilmots dispara de fuera del área grande y vence al portero ruso Ruslan Nigmatullin.
Una vez que Rusia reparó en que el marcador en contra los eliminaba del torneo, se fueron encima y alcanzaron a marcar su segundo gol. Ya era tarde, el reloj indicaba dos minutos después del tiempo reglamentario.
Mientras que Waseige acabó el partido colgado de su reloj de mano y al estratega ruso, Oleg Romantsev, no le cabía la tristeza en el rostro, el...
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