Una residencia de hueso y piedra
Autor | Rogelio Elizalde |
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Hablar de Gaudí en Barcelona suena a cliché, pero eso no apaga el entusiasmo por conocer las joyas del arquitecto catalán.
Con sus recién cumplidos 100 años, la Casa Milà, más conocida por su apodo de La Pedrera, es una de ellas.
Este edificio, ejemplo por antonomasia de la arquitectura orgánica, abrió en 1987 como un museo enfocado en sí mismo.
Anualmente recibe más de un millón de personas, según la Fundació Catalunya Caixa -propietaria del inmueble-, lo que la convierte en uno de los 10 sitios más visitados en Barcelona.
El recorrido comienza en la azotea, sigue por el desván del edificio y concluye en un departamento decorado con muebles diseñados por Gaudí.
15 MINUTOS
ANÁLISIS PREVIO
Esta casa merece ser observada con cautela desde el exterior: intersecciones, balcones, herrajes, ventanas y puertas son la primera entrada a la mente del genio catalán.
A pesar de que se encuentra en una esquina, está diseñada sin un sólo ángulo de 90 grados. Las columnas semejan huesos o ramas, y la forma de la entrada, se dice, parece una pata de elefante.
10 MINUTOS
INSPIRACIÓN DE ALTURA
En la Casa Milà ningún espacio fue desaprovechado, ya que incluso la azotea, donde desembocan los ductos de ventilación y chimeneas, hay texturas diversas, de piedra caliza o recubiertas con trencadís (azulejos quebrados irregularmente, técnica inventada por Gaudí). Algunos expertos han dicho que en este espacio Gaudí proyectó sus creencias religiosas y espirituales, además de sus aficiones literarias.
Se cree que algunas figuras, como siluetas de rostros, corazones, cruces y letras, están inspiradas en la literatura de Shakespeare y Ovidio, otras en alegorías de la Virgen María y Jesucristo, o en la simbología de la corona española.
George Lucas, por ejemplo, se inspiró en algunos ductos para crear a Darth Vader y los Sand-troopers de Star Wars, de acuerdo con el libro Casa Milà: La Pedrera. Una escultura arquitectónica (Alberto Rodríguez, 2008).
5 MINUTOS
CURVAS NATURALES
Al bajar de la azotea, el museo continúa en el Espai Gaudí, el desván del edificio, donde se exponen elementos como hojas, conchas, ostras, corteza de árboles, esqueletos de serpientes y caracoles, cuyas figuras y siluetas el catalán incorporó en su obra. Gaudí sostuvo que las formas de la naturaleza debían prevalecer en la construcción y los muebles, ya que el cuerpo...
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