Rescatan artesanías con marcas colectivas

AutorElizabeth Ortiz

Con el fin de detonar la comercialización de artesanías jaliscienses como los equipales, figuras de ópalo y obsidiana, muebles de tule, la cantera, el barro petatillo, el vidrio rojo y hasta el chilte -goma de mascar natural-, el Instituto de la Artesanía Jalisciense y productores impulsan la creación de marcas colectivas para estos artículos.

Y es que una marca colectiva, que es el registro de una asociación de productores, comerciantes o prestadores de servicios, legalmente constituidos, para distinguir en el mercado a los productos o servicios que elaboran sus miembros, beneficia al fabricante al incrementar el valor de mercado de las mercancías.

Actualmente existe sólo un par de marcas colectivas en Jalisco.

Se trata de la raicilla Jalisco, impulsada en el año 2000. Los productores domesticaron la planta de agave silvestre para reproducirla y junto con el Centro de Investigación y Asistencia en Tecnología y Diseño del Estado de Jalisco (Ciatej) crearon una bebida alcohólica conocida con ese nombre.

El Consejo Mexicano Promotor de la Raicilla tiene su base en Mascota y luego de convertirse en marca colectiva aumentó la producción.

Además, la entidad comparte la marca colectiva del queso Cotija con Michoacán.

Teodoro Schultz Hoeflich, delegado de la Región Occidente del Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI), explicó que previo a obtener el reconocimiento oficial, este producto tenía un precio de alrededor de 40 pesos el kilo, y luego del registro aumentó a 90 pesos.

El costo del trámite asciende a 2 mil 500 pesos, pero el impulso de una marca colectiva no es sencillo.

Desde el 2000 fue planeada la marca colectiva del equipal producido en Zacoalco, y el proyecto pudo cristalizarse apenas en diciembre del 2006.

"La parte más complicada es la organización de los productores. Es más lento que el proceso de otorgamiento. Desde el 2000, el Gobierno del Estado tenía interés con el equipal y presentaron la solicitud en diciembre del 2006, pero no por falta de eficiencia del Gobierno, sino por dificultades para agrupar a los productores", expuso Schultz Hoeflich.

La marca colectiva implica organizar a los productores, estableciendo reglas de uso para la creación de los productos bajo una norma que ellos mismos diseñan, a diferencia de lo que sucede con la denominación de origen, debido a que ésta se rige bajo una Norma Oficial Mexicana aprobada por la Dirección General de Normas de la Secretaría de Economía.

Otra de las diferencias...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR