Resaltan fiestas los trastornos

AutorAlejandra Atilano

La comida es una de las protagonistas en estas fiestas, sobre todo en la cena de Navidad.

Para muchos, saborear los platillos que se sirven ese día resulta un placer, pero para las personas que padecen trastornos de la conducta alimentaria es un verdadero martirio enfrentarse con el suculento y sazonado enemigo en la mesa.

Las personas que sufren anorexia o bulimia pueden dejar al descubierto durante las cenas familiares o sociales su problema para relacionarse con la comida.

"Se vuelven muchos más evidentes estos trastornos (en la temporada de Navidad y Año Nuevo) porque a lo largo del año estuvieron como velados, como en secreto, como más íntimos, entonces pareciera como que se agudizan las conductas, aunque no es realmente así, sino que es cuando están expuestos a los ojos de los demás", explicó Noemí Juárez Moreno, siquiatra con postgrado en trastornos de la conducta alimentaria.

Para estos pacientes resulta estresante esta temporada, primero porque se enfrentan a la comida y, en segundo, porque familiares o amigos que hace tiempo no veían, les hacen comentarios respecto a su figura.

"Es común que en el abrazo y demás hagan referencia a la silueta o a la figura con comentarios como: 'Que flaca estás', 'Ya subiste de peso', 'qué bonita te ves así flaca', 'que gordita estás' y las pacientes sufren realmente en este tiempo", manifestó la especialista.

Ver la mesa llena de comida, cuando ellas están prácticamente muertas de hambre todo el tiempo o cuando no pueden controlar su ansiedad por comer de manera desmedida, es un disparador para que las personas tengan conductas como el "atracón".

Es importante que en estas fechas los papás estén al pendiente de sus hijos e hijas, porque los trastornos se presentan en ambos sexos, aunque con más frecuencia en las mujeres, si presentan algún cambio en su relación con la comida.

"Si en estas fechas están aludiendo constantemente a su figura, '¿cómo me ves?', 'me veo gorda', 'estoy flaca', que se estén comparando con los familiares, decir que las primas o parientes se ven más flacos que ellos, podrían ser signos de alarma para sospechar sobre un trastorno", indicó.

Observar la forma en la que comen, si lo hacen demasiado despacio, si hacen pedazos pequeñitos de comida y la riegan en el plato o aluden que ya comieron o que no tienen hambre puede tratarse de anorexia.

"Si esas conductas ya las tienen desde hace tiempo, ¡aguas!, habría que estar muy al...

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