Reparten golpes con ritmo
| Autor | Juan Carlos García |
Los golpes van y vienen por toda la pantalla grande...
En la sala los héroes y los villanos se dan con todo y el espectador cree que las peleas son muy naturales.
Pero no es así, dicen Henry Cavill, Robert Downey Jr. y Jean Claude Van Damme.
Desde el protagonista de "El Hombre de Acero" hasta el villano de "Los Indestructibles 2", consideran las coreografías de acción como grandes montajes de baile en las que los golpes se reparten con ritmo.
"Es una gran coreografía, como de baile, con la cual aprendes a pelear. Preparar una escena así es extenuante.
"Aprendes los movimientos paso por paso. Como el tiempo en pantalla está tan cronometrado, no hay espacio para improvisar", cuenta Cavill.
En su papel de Superman, el británico entrenó dos de meses para el combate que sostuvo Michael Shannon (el General Zod).
El filme muestra a ambos intercambiando puñetazos y patadas de formas inimaginables.
"Todo debe salir según el sguión gráfico. Para una secuencia de pelea de cinco minutos, la preparación es de dos o tres meses", añade Cavill.
No importa la experiencia que tengas, advierte Jean Claude Van Damme, la preparación es vital.
Se le tiene que invertir tiempo fuera de cámaras para que todo salga bien en las tomas, subraya.
"Debes estar en forma, luego ya trabajas con el entrenador.
"Con él aprendes, como en una suerte de baile cómo golpear con los pies, responder con los brazos, mover la cabeza, esquivar. Todo lo ensayas y es un proceso de uno o dos meses, según la escena", dice.
Esta rutina de trabajo fue la que siguió en el duelo con Sylvester Stallone en "Los Indestructibles 2", un frente a frente esperado por millones de cinéfilos más de dos décadas.
Si alguien ha adquirido colmillo para filmar complicadas secuencias de peleas es Robert Downey Jr. en las sagas de "Sherlock Holmes" e "Iron Man".
"A veces repites una escena de pelea como 15 o 20 veces, pese a que la ensayaste un mes o dos, porque el director necesita ciertas tomas.
"El coreógrafo te va marcando un ritmo como una danza: 'Uno, dos, tres, cuatro'. Luego ves el resultado y dices: 'No tengo dos pies izquierdos, sólo sé bailar de una forma distinta", relata.
Pero lo que estas...
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